«Cada vez que baja el agua van apareciendo más cuerpos» - Alfa y Omega

«Cada vez que baja el agua van apareciendo más cuerpos»

El presidente de Cáritas de Mozambique, el mercedario español monseñor Alberto Vera, alerta de que las víctimas tras el paso del ciclón Idai podrían superar las 2.000 en las próximas semanas solo en este país. La Iglesia se ha volcado con la ayuda humanitaria

José Calderero de Aldecoa
Una familia espera en el tejado a ser rescatada en Beira una semana después del ciclón Idai. Foto: CNS

Una semana y media después del paso del ciclón Idai el mar todavía se confunde con la tierra en la ciudad mozambiqueña de Beida. «La zona es un gran pantano y cada vez que baja el agua van apareciendo más cuerpos». La catástrofe ha golpeado también Zimbabue y Malaui, pero Mozambique es, con diferencia, el país más afectado. De momento, el número oficial de víctimas asciende allí a 500 pero el obispo de Ncala, el mercedario español Alberto Vera, cree que los muertos pasarán de 2.000 en las próximas semanas. «Aún hay personas en los tejados y en los árboles esperando a ser rescatadas, y cerca de 25.000 se encuentran en zonas donde el agua todavía no ha bajado su caudal».

Ante esta situación, el también presidente de Cáritas Mozambique no para. Atiende a Alfa y Omega de camino a una reunión con representantes de diferentes Cáritas internacionales que han acudido al país africano para colaborar en la implementación de la ayuda humanitaria. Desde España, la solidaridad llega de Manos Unidas, Cáritas Española, Misiones Salesianas o Entreculturas, que han puesto en marcha diferentes campañas de emergencia. La ONG de los jesuitas, por ejemplo, tiene preparado un equipo de respuesta rápida compuesto por personas de Portugal y España para desplazarse al lugar cuando las condiciones lo permitan.

Entre unos y otros, han situado a la Iglesia católica en la vanguardia de la solidaridad con los damnificados, liderazgo que también está ejerciendo debido al descrédito del que goza el Gobierno entre la población. «Están trabajando a través del Instituto Nacional de Gestión de Calamidades. Han decretado el Estado de emergencia y han acudido a la zona del desastre, pero no gozan de credibilidad y muchas instituciones y partidos políticos estén tramitando su ayuda a las víctimas a través de Cáritas Mozambique», sostiene su presidente.

Monseñor Alberto Vera. Foto: OMP

Con lo recaudado, las prioridades son la distribución de alimentos, el saneamiento del agua y la rehabilitación de las casas. «El 90 % de los tejados han desaparecido, pero el temor más grande son las diarreas y los brotes de cólera que ya han empezado a aparecer», confirma el prelado riojano, al mismo tiempo que prevé la llegada inminente de un barco procedente de la capital, Maputo, con 400 contenedores repletos de ayuda. «Lo hemos llenado entre la Iglesia católica, las aportaciones de empresas privadas y el Gobierno. Esperamos que llegue esta misma tarde [del lunes]. Contiene 1.500 lonas, mucha ropa, kits familiares para comer durante cinco días…».

Sin embargo, aunque la ayuda está llegando, el presidente de Cáritas Mozambique hace un llamamiento a la comunidad internacional para que «la ayuda no sea solo puntual sino sostenida en el tiempo». En este mismo sentido, se expresó en una carta a todos los fieles mozambiqueños. En la misiva, monseñor Vera alentaba a la solidaridad de todos «porque hay gente que se ha quedado sin nada. Han perdido todo: ropa, casa, comida…». Las mismas estructuras de la Iglesia en la zona han sido borradas: «nos hemos quedado sin iglesias, sin seminarios… La casa del obispo se ha quedado sin techo», acierta a decir el obispo antes de que se corte la comunicación y sea imposible retomar la conversación.