Augustin Ndour: «Quien no vote a favor de la regularización se retratará» - Alfa y Omega

Augustin Ndour: «Quien no vote a favor de la regularización se retratará»

Fue en 2019 el primer candidato a la Presidencia del Gobierno de origen africano y ahora es uno de los rostros visibles de la ILP que busca sacar a la luz a medio millón de migrantes

Fran Otero
Natural de Senegal, trabaja desde hace 20 años en Cáritas Diocesana de Granada. Foto: cedida por Augustin Ndour.

Antes de ser candidato en unas elecciones generales e impulsor de una iniciativa legislativa popular (ILP) vivió en situación irregular en Portugal y España. ¿Cómo recuerda esos primeros años en Europa?
En 1999 viajé desde Senegal hasta Lisboa. Allí estuve año y pico hasta que me enteré de que José María Aznar iba a hacer una regularización extraordinaria de migrantes en el año 2000 y me vine a Granada. Era la época del boom inmobiliario y se necesitaba mano de obra. Pero no me regularicé enseguida. Tuve problemas con los requisitos y con la persona de referencia y hasta finales del 2002 no conseguí los papeles.

¿Fue duro?
Fueron años duros. Cuando veo a los muchachos ahora me acuerdo de aquellos tiempos y, de hecho, por eso estoy implicado en estos asuntos. Porque en la irregularidad se vive mal. No se te reconoce ningún derecho, pero tienes que sobrevivir. Es complicado. El hecho de ser católico me ha ayudado mucho. Tengo una anécdota.

¿Cuál?
Nada más llegar a Granada, me ganaba la vida como mantero. Ponía mi manta justo frente a la basílica de la Virgen de las Angustias. Antes de empezar siempre entraba para rezar y pedir a la Virgen que me ayudara. Luego me enteré que era la patrona de Granada.

Claves

El plazo para entregar las 500.000 firmas en el Congreso expira el 23 de diciembre.

Entre 475.000 y 514.000 migrantes en situación irregular viven en nuestro país.

43 programas de regularización se llevaron a cabo en 17 países de la UE entre 1996 y 2008.

En la Iglesia encontró una mano para salir adelante, ¿no?
Empecé a ir a la parroquia y me pusieron en contacto con el delegado de Migraciones, Manuel Velázquez, uno de mis mejores amigos. Como es artista y yo sabía hacer artesanía, trabajé en sus talleres. Luego vendía los productos en la parroquia. Así me sacó de la venta ambulante. También colaboraba en la Pastoral de Migraciones y en Cáritas, donde me ofrecieron un contrato y pude regularizar mi situación.

¿Sigue trabajando en Cáritas?
Llevo 20 años. Imparto talleres de encuadernación a personas con dificultades sociales, muchas de ellas migrantes. Que me vean ahí les da mucha esperanza. Además, tengo legitimidad para hablar, pues he vivido lo mismo. Todos los días doy gracias a Dios por poder acompañar a estos chavales.

Hábleme de su candidatura en 2019 a la Presidencia del Gobierno por el partido Por un Mundo Más Justo.
Fue providencial. Cuando los del partido me lo ofrecieron les dije que estaban locos. Había gente más preparada que yo. Pero a base de muchas conversaciones me convencieron y fue una experiencia inolvidable. Ser el primero conlleva que me dijesen cosas como que me fuese a arreglar mi país. Incluso algunos africanos no lo entendían. Aunque simbólico, fue importante para normalizar el hecho de que los migrantes que están en nuestro país puedan ser lo que ellos quieran: empresarios, políticos, barrenderos, agricultores…

Ahora es uno de los rostros de la ILP para la regularización. ¿Por qué es importante?
En España hay medio millón de personas que viven en una situación infrahumana. Si no tienes los papeles, hay una carencia de dignidad y un riesgo mayor de caer en la explotación. No se las puede ignorar. Es lo decente y lo bueno para la sociedad. Cada una de ellas aportará unos 3.500 euros anuales a la Seguridad Social.

El plazo para conseguir las 500.000 firmas y que se debata en el Congreso de los Diputados se ha prorrogado hasta el 23 de diciembre. ¿Se conseguirá el objetivo?
Estamos en torno a las 400.000 firmas. Nuestra meta son las 600.000, para tener un colchón por si algunas tienen defectos. Creo que el objetivo está a nuestro alcance. La sociedad civil se ha volcado. Hay grupos de izquierda y derecha, la Conferencia Episcopal… En total, 850 organizaciones. Solo esto ya es un éxito. Pocas veces en España gente de tan diversas ideologías se ha puesto de acuerdo en un fin común.

Y si se alcanzan las firmas, ¿creen que recibirán el respaldo de los grupos parlamentarios?
Quien no vote a favor de la regularización se va a retratar. Solo esto es ya un logro de la ILP. Sabremos qué busca cada partido y lo que piensa. Puede hacer que caigan muchas caretas. No veo al PSOE mirando para otro lado, igual que hay personas del PP que están firmando la ILP porque saben que es bueno. Los dos partidos han llevado a cabo regularizaciones en el pasado y, por lo tanto, es posible volverlas a hacer. Sí lamento que siempre lo hayan hecho pensando en el mercado laboral y no en los derechos de las personas. Creo que saldrá adelante.