Así curó el padre Pío a nuestro hijo Matteo - Alfa y Omega

Así curó el padre Pío a nuestro hijo Matteo

El matrimonio Colella consagró su vida al padre Pío después de la milagrosa curación de su hijo Matteo. La familia está en España para promocionar la película El misterio del padre Pío, dirigida por José María Zavala y que se estrena este viernes 23 de noviembre

José Calderero de Aldecoa
Foto: José Calderero de Aldecoa.

Antonio Colella y Maria Lucia Ippolito ya tenían devoción al padre Pío antes de que, por intercesión del entonces beato, su hijo Matteo saliera con vida de una grave enfermedad que en menos de 24 horas parecía que iba a matar al pequeño. El matrimonio no solo vivía en la misma ciudad en donde el fraile residió gran parte de su vida religiosa, San Giovanni Rotondo, sino que también se casaron en la misma capilla en la que el padre Pío celebró Misa por última vez.

Por otro lado, Antonio —médico de profesión— trabaja en la Casa Alivio del Sufrimiento, hospital fundado precisamente por el fraile capuchino en 1956. Por eso, cuando un día en el año 2.000 su hijo Matteo llegó a casa enfermo del colegio y no reconoció ni a su propia madre, el padre de familia decidió llevar al pequeño de forma urgente a este hospital.

«El diagnóstico fue terrible: meningitis aguda fulminante», explica Antonio Colella a Alfa y Omega. Matteo se quedó ingresado, pero la situación empeoró rápidamente. «Tuvo fallo multiorgánico —le dejaron de funcionar nueve órganos— y le bajaron repentinamente las pulsaciones —en un momento dado solo tenía 10 pulsaciones por minuto—. Para un niño de 7 años todo esto significa la muerte». Además, por la mañana, «tuvo un paro cardiaco, del que consiguieron sacarle, pero seguidamente entró en coma», relata Colella.

Oración ante la tumba del fraile

Ante esta situación, la madre de Matteo dejó las cuestiones médicas en manos de su marido y del resto de facultativos y se puso a rezar. «Me venían continuamente a la cabeza las palabras del padre Pío, que decía que “la oración es la llave que abre el corazón de Dios”». Así, Maria se fue a la tumba del fraile capuchino «y estuve allí, rezando por mi hijo, prácticamente durante todo el tiempo que duró el coma».

En un momento dado, ante la más que probable muerte del pequeño, Maria Lucia Ippolito hizo una promesa: «Si Matteo volvía a casa sano y salvo, dedicaría toda mi vida al servicio del padre Pío», algo que «parecía imposible que ocurriera». Sin embargo, después de 11 días, Matteo despertó del coma «sin ningún tipo de afectación».

Un sueño durante el coma

Los médicos y enfermeros no podían dar crédito a lo que veían. Matteo estaba prácticamente muerto y se curó de forma inexplicable. «Enseguida, los facultativos empezaron a hablar de milagro. Nosotros, sin embargo, tardamos más tiempo en darnos cuenta de que se trataba de un milagro porque estábamos totalmente en shock por lo ocurrido», cuenta Antonio Colella.

Solo percibieron lo singular de lo sucedido después de que su hijo les contara el sueño que había tenido durante el coma, y tras la visita de una comisión de expertos enviada por el Vaticano para investigar lo ocurrido.

«Matteo aseguró al despertar que había visto al padre Pío a la derecha de su cama. Le estaba sujetando la mano y le dijo: “no te preocupes porque vas a volver pronto a casa”», recuerda Maria. «Después, le llevó hasta Roma, a una habitación donde había un niño enfermo tumbado en una cama. “¿Le quieres curar?”, le preguntó el fraile. “¿Y eso cómo se hace?”, repreguntó Matteo. “Con la fuerza de la voluntad”, contestó el padre Pío. Acto seguido, impuso las manos sobre el niño, el niño se despertó, y también Matteo, en ese momento, salió del coma», asegura.

La curación de Matteo Pio Colella fue el milagro que posibilitó la canonización del fraile italiano en 2002. Ahora, «cada vez que entro en mi ciudad y veo los carteles donde pone “Ciudad de San Pío”, me doy cuenta de que él es santo y que esto está ligado íntimamente a la historia de mi familia. Es inexplicable», confiesa Ippolito.

Una vida al servicio del padre Pío

Tras la curación, y atendiendo a la promesa que Maria Lucia hizo ante la tumba del fraile capuchino, la familia Colella consagró su vida a la labor del padre Pío. «Seguimos con nuestros trabajo, pero hemos creado un grupo de oración de enfermos del padre Pío. También hemos fundado una asociación de voluntarios donde acogemos a enfermos oncológicos. Se llama Asociación el Cirineo, porque el padre Pío solía decir que él era “el cirineo de la humanidad que cogía sobre sus hombros el sufrimiento del mundo”».

En esta clave de servicio a la labor del padre Pío, el matrimonio Colella ha viajado estos días hasta España donde el viernes se estrena la película El misterio del padre Pío. La cinta, dirigida por José María Zavala, presenta testimonios y documentos inéditos sobre el santo italiano que portó durante 50 años los estigmas de la crucifixión.