Argüello trasladará al Gobierno la preocupación de los obispos «por la libertad de conciencia»

«Estamos en un momento marcado por la polarización y por la división de bloques», señaló el domingo pasado el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, en una entrevista a El Norte de Castilla. En una larga conversación sobre la que desfilaron asuntos como la crisis de los abusos, la presencia de la mujer en la Iglesia o la Agenda 2030, Argüello se refirió también a la actualidad política en nuestro país, y denunció que en España, como «en las democracias occidentales en su conjunto», existe «una cierta perplejidad» por el «avance del relativismo ético».

Este fenómeno, unido a «un positivismo jurídico muy grande», hace que las posibilidades de organizar la vida común se conviertan «en algo muy complicado». Todo ello se hace más enrevesado cuando «desde la propia economía y la cultura se hace elogio del individuo, de la autodeterminación y de la independencia». Si a esto se añaden «las características propias de la vida española», el resultado es que «desgraciadamente hay una incapacidad grande para que se produzca una escucha mutua», según Argüello.

El presidente de la CEE se refirió también al concepto de «fundamentalismo democrático» para referirse a esa situación, «una imposibilidad de conocer la verdad» en todos los ámbitos que es «lo que más preocupa», dijo.

Junto a ello, a la pregunta de si se entrevistará con el presidente Pedro Sánchez, Argüello contestó que «por mi parte este deseo de colaboración existe», pero antes hay que pasar «por un cauce establecido en el Ministerio de Justicia y en el de la Presidencia». En sentido, «ya he intercambiado un saludo con el ministro Félix Bolaños y hemos quedado en vernos próximamente», desveló, para después contar que en este momento para los obispos «lo más importante es la defensa de la libertad de conciencia».