Argentina: Preocupante deriva caudillista - Alfa y Omega

Argentina: Preocupante deriva caudillista

Jaime Septién

La reunión que sostuvieron los obispos de Argentina, el pasado 19 de diciembre, con la presidenta de su país, doña Cristina Fernández de Kirchner, se produjo en un clima cordial, pero en un momento de grandes desencuentros. En el documento Creemos en Jesucristo, Señor de la Historia, fruto de la 104 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (celebrada del 4 al 9 de noviembre pasado), los obispos sintetizaban sus preocupaciones en seis puntos. No se habló específicamente del documento en la reunión, pero los obispos sí transmitieron a la presidenta su preocupación por algunos aspectos del proyecto de reforma al Código Civil que se debate en el Congreso y que «afectan a la vida y a la familia». La última reunión se había producido en noviembre de 2011, aunque, si por algo se ha caracterizado la Presidenta, es por intentar minimizar la voz de la Iglesia en la vida pública.

Kirchner impulsó –en 2010– la aprobación del llamado matrimonio homosexual, y ha promovido decididamente la liberalización del aborto. Con las nuevas reformas, se da un paso más allá en la relativización jurídica del matrimonio y del derecho a la vida, por ejemplo, con la introducción de la maternidad subrogada (vientres de alquiler) o del divorcio exprés.

Otro aspecto que preocupa a la Iglesia es la libertad educativa. El Gobierno ha dejado en manos de grupos radicales ideológicamente afines (la Cámpora) un plan de adoctrinamiento en todas las escuelas del país, incluidas las católicas. «Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos –decían los obispos en el tercero de sus seis puntos–. Tienen el derecho de que el sistema educativo no les imponga contenidos contrarios a sus convicciones morales y religiosas. Deseamos que toda la sociedad tome una mayor conciencia de la necesidad de mejorar el sistema educativo, de modo tal, que los más pobres sean sus principales beneficiarios. La necesaria preparación para la vida cívica de niños y jóvenes debe excluir la politización prematura y partidista de los alumnos».

También advertían los obispos, en el documento, de la deriva populista del Gobierno. «A casi treinta años de la democracia –afirmaban–, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica». Caso especialmente conocido, aunque no único, es la ofensiva oficialista contra el grupo de comunicación Clarín.

Los obispos han señalado, en numerosas ocasiones, que Argentina está envuelta en una espiral de «excesivos caudillismos» que disminuyen la independencia de los poderes, la proliferación del delito o la inseguridad. La deriva actual del Gobierno –se lee en el documento episcopal– resucita «algunas sombras» que han perseguido a Argentina a lo largo de su historia, que ahora «han acentuado su intensidad e impedido una vigencia más plena del orden democrático».