Día de la Iglesia Diocesana: aquí pintamos todos - Alfa y Omega

Día de la Iglesia Diocesana: aquí pintamos todos

Nos acercamos a la parroquia Inmaculada Concepción de Nuestra Señora en Alcorcón (Madrid), una comunidad donde cada miembro tiene su lugar y las puertas siempre están abiertas: «Aquí nadie es forastero»

Fran Otero
El párroco (izquierda) pinta su despacho con la ayuda de dos voluntarios. Foto: Parroquia Inmaculada Concepción de Nuestra Señora.

Si Alison Lanthorn encontró a Dios fue porque la parroquia de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, en Alcorcón, siempre está abierta. Lo mismo que José Carlos de Rada, que volvió a la fe cuando se prejubiló y ahora es acólito. A Loli Inglés, que se encarga de los ornamentos litúrgicos y colabora en la pastoral de enfermos, la reclutó el primer párroco, Antonio María Soler, hace 29 años cuando iba casa por casa a anunciar la creación de la parroquia, que celebraría los primeros años en un colegio. Pepi Flores se empezó a implicar más de la mano de Charo cuando se quedó sin trabajo hace pocos años. Jesús Domínguez siempre está dispuesto para echar una mano. Alberto Íñigo, el párroco actual, es el que menos tiempo lleva. Se incorporó a la parroquia en septiembre tras varios años como misionero en Brasil, aunque no es la primera vez que tiene contacto con esta comunidad. Él ayudó a levantar la Inmaculada como seminarista, diácono y sacerdote hace más de 20 años.

Alison, José Carlos, Loli, Pepi, Charo, Jesús y Alberto son la muestra de todo lo que es esta parroquia en concreto, la Inmaculada, que podría ser la de cualquier barrio de cualquier ciudad española. Una Iglesia abierta a la realidad más cercana desde muy temprano y hasta muy tarde. La hora que pone en el tablón son las 21:00 horas, aunque hay días que el templo echa el cierre en torno a medianoche. Y siempre hay alguien, incluso en los horarios más inhóspitos. La acogida de se cuida mucho y eso es determinante. Fue ahí donde Alison recibió la invitación para realizar las catequesis del Camino Neocatecumenal —se emociona al recordarlo— y José Carlos entabló amistad con el sacerdote.

Cinco millones recaudados en 2021 en donoamiiglesia.es

135 millones de euros fueron los gastos de la archidiócesis de Madrid en 2021

Es difícil no encontrar un lugar en esta parroquia. Además del Camino Neocatecumenal, hay grupos de Acción Católica, Cursillos de Cristiandad, Renovación Carismática Católica y retiros de Emaús, a los que hay que añadir numerosas actividades: formación, pastoral de enfermos, liturgia, acólitos adultos, coros, un grupo que reza por los sacerdotes o madres que lo hacen por sus hijos, una oración y bendición para las familias todos los viernes… También están Cáritas, que da soporte cada mes a 22 familias; la catequesis de niños y jóvenes, y la asociación Pan de Vida, que mantiene un comedor para 150 niños en Nicaragua. No es casual esta opción por la misión, pues el primer sacerdote es hoy misionero en Mozambique y el actual estuvo en Brasil. Hace años, ambos organizaban durante los veranos experiencias misioneras en Perú y Nicaragua. «No todas las parroquias tienen un brazo de caridad como este. Los socios saben que el dinero llega. Todos los meses enviamos 4.000 euros», afirma el párroco, cuyo objetivo es hacer crecer el número de colaboradores.

Íñigo hizo salir a la junta directiva de la asociación en la Eucaristía del Domund para contar el proyecto y pedir apoyo económico. Y hará lo propio este domingo, Día de la Iglesia Diocesana, para animar a los fieles a contribuir con la parroquia. Como bien dice, nada de todo lo anterior se dejará de hacer, pero hay que mantenerlo. La parroquia tiene actualmente unos gastos fijos de 7.000 euros al mes, donde ya impacta la factura eléctrica, que ha pasado de 400 a 800 euros por la subida de precios. El último mes han conseguido ahorrar algo gracias a un donativo extraordinario, pero la realidad es que cuesta llegar a fin de mes. Durante el invierno pasado incluso tuvieron que realizar una campaña extraordinaria para hacer frente a los gastos de calefacción. Para este curso, están estudiando estrategias que reduzcan el consumo sin renunciar a una temperatura agradable. Por otra parte, para reducir los gastos, el propio párroco ha pintado más de la mitad de la parroquia junto con los feligreses. Invirtieron solo 220 euros en vez de los 2.000 que tendrían que haber abonado si contratasen una empresa.

Un grupo de laicos posa con el cura tras la Misa matinal el pasado viernes. Foto: Fandiño.

El caballo de batalla son las suscripciones, pues «son el sueldo de la parroquia», y, en estos momentos, lo que se ingresa por esa vía es bajo. Aunque el párroco no pone toda la responsabilidad en los fieles. «A medida que la gente ve que hay más presencia y más servicio, responde más. Si estás contento con la parroquia, das todo, también tu dinero. Es mi experiencia de 21 años de cura. Si vienes, estás a gusto y te encuentras con un sacerdote que te quiere, te cuida y te escucha, entregas tu tiempo y tu dinero. Porque esta es tu casa», añade.

Alison ya no vive en el barrio, pero sigue yendo a la parroquia, tanto a las actividades del Camino Neocatecumenal como a las de otros movimientos y grupos. Aunque sus hijos tienen la catequesis en el colegio, quiere que cuenten con esta referencia. «No hay otro sitio donde me sienta más bienvenida. Siempre tienes un lugar. Aquí no hay nadie forastero», concluye.

«La Iglesia no vive del aire»

«La Iglesia no vive del aire. Necesita bienes materiales para operar en este mundo». Es la llamada del director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Albalad, en un momento en el que la Iglesia todavía se está recuperando de la pandemia, pues todavía no han vuelto todos los fieles a las celebraciones presenciales, con el impacto que tiene en la colecta.

En cualquier caso, según afirmó la semana pasada durante la presentación de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra el 6 de noviembre, hay una tendencia positiva. Cada vez más personas utilizan los métodos virtuales para colaborar con la Iglesia. De hecho, Albalad estimó que este año la recaudación del portal donoamiiglesia.es superará los cinco millones de euros que se obtuvieron en 2021. Otro dato positivo es que, del total de donaciones, el 50 % son recurrentes. «A las parroquias les ayuda mucho conocer los ingresos con los que pueden contar», añadió.

Con todo, Joseba Segura, obispo responsable del Sostenimiento de la Iglesia, dijo que con la evolución de las donaciones online y el mantenimiento de la recaudación por IRPF se van a poder sufragar todos los gastos. «Hay confianza en que vamos a poder seguir manteniendo económicamente los trabajos y las necesidades», explicó el también obispo de Bilbao.

Si bien aseguró que el impacto de la pandemia ya se ha dejado notar, no así el de la inflación: «Si se mantiene y sigue afectando a la capacidad económica de la gente, puede tener un impacto en los recursos económicos que las personas destinen a la Iglesia».

Aprovechando el lanzamiento de la campaña, que tendrá presencia en los grandes medios y redes sociales y costará 450.000 euros, se ha renovado la marca Xtantos. El símbolo de la X se ha cambiado para «proyectar más movimiento y dinamismo». «Un símbolo que nos recibe con los brazos abiertos», concluyó Albalad.

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