Amigos y compañeros acompañan a José Cobo en su creación como cardenal - Alfa y Omega

Amigos y compañeros acompañan a José Cobo en su creación como cardenal

Miembros de la Delegación de Jóvenes de Madrid, obispos, antiguos feligreses y miembros de diferentes instituciones no han querido perderse el consistorio en el que el Papa Francisco ha creado cardenal a José Cobo, arzobispo de Madrid

Rodrigo Moreno Quicios
La Delegación de Jóvenes de Madrid presente, en Plaza de San Pedro, en el Consistorio en que se ha creado cardenal a José Cobo
La Delegación de Jóvenes de Madrid presente, en plaza de San Pedro, en el Consistorio en que se ha creado cardenal a José Cobo. Foto: Rodrigo Moreno Quicios.

«Ha sido un regalo poder acompañar a nuestro arzobispo en un momento tan importante, tenemos mucha suerte», comparte con Alfa y Omega desde la plaza de San Pedro Miriam Blanco, secretaria pastoral de la Delegación de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid. Ha venido a Roma para mostrar su apoyo a José Cobo, arzobispo de Madrid, quien en la mañana del sábado 30 de septiembre ha sido creado cardenal.

A Miriam, quien fue en agosto a la JMJ de Lisboa con José Cobo y otros 6.647 jóvenes como ella, lo que más le ha llamado la atención del consistorio ha sido el momento en que el Papa ha encargado a los 21 nuevos cardenales «ser fieles a la fe y representar a la Iglesia de Roma y de los lugares más lejanos». Su compañera Reyes Ballano, también de la Delegación de Jóvenes de Madrid, recuerda que en Lisboa «me llamó mucho la atención» del nuevo cardenal «la cercanía y el cuidado a cada persona que iba». Bajo la columnata de Bernini describe a José Cobo como «un pastor en todos los sentidos», que «puede tanto aparecer de repente con una pizza como darte las palabras exactas que necesitas en un momento duro».

Lola Astarloa, quien conoció a José Cobo en un campo de trabajo de Cáritas hace dos años, cuando solo era obispo auxiliar, también ha acudido a Roma a arroparlo. Destaca que durante estas experiencias el cardenal «se interesó por los que éramos más cercanos a la Iglesia y también los que solo querían hacer un campo de trabajo sin pensar en Dios». «Quiso acercarnos a Jesús a todos», subraya.

«Del barrio al Vaticano»

Durante un almuerzo de celebración en Roma por el nuevo nombramiento, el cardenal Osoro, arzobispo emérito de Madrid, se muestra muy satisfecho por la confianza del Papa en quien solicitó como obispo auxiliar: «Eso quiere decir que la elección que hice no ha sido en vano». Describe a José Cobo como «una persona capaz de vivir el ministerio que el Papa le encomienda».

Por su parte Paula Portas, quien conoce al cardenal desde que era párroco en la iglesia de San Alfonso María de Ligorio, agradece la acogida que José Cobo brindó hace diez años a la pareja de ella, de origen colombiano. «Fue la persona con la que hizo familia en España». Subraya «la forma de confesar y de hacer vida en parroquia» del arzobispo de Madrid, de quien dice que «es eje en lo cotidiano y tiene una forma de ser que hace que todos le sigamos como si fuera el flautista de Hamelin».

«Por primera vez sentí que la Iglesia es casa de todos, siempre tienes la puerta abierta», apunta. Y celebra que gracias a él sigue «teniendo amistad con los catequistas porque ese germen que él sembró permanece, eso es lo bonito». Bromeando, ha dicho que la creación como cardenal de José Cobo «parece una película de Netflix, del barrio al Vaticano». «Pero es real y lo bonito es que está hecho en lo cotidiano y con las personas más sencillas. Si das de ti y te pones en las manos de Dios, la vida te sorprende y te lleva por caminos que no sabes dónde pueden acabar».

También era (y es) amigo del cardenal Fausto Marín Chiva, diácono de la archidiócesis de Madrid. «Desde hace muchos años coincidimos en la vicaría y hemos estado compartiendo muchas cosas. Que lo hayan creado cardenal significa un signo del Espíritu Santo, que está con nosotros, y es una alegría que se haya fijado en don José». Y Jesús Vidal Chamarro, quien fue ordenado obispo auxiliar a la vez que él, recuerda que «hemos compartido mucho durante estos años en la archidiócesis de Madrid». «Es una alegría que la diócesis pueda estar unida al Papa a través de este nombramiento, que el arzobispo de Madrid sea cardenal renueva nuestro deseo de ser fieles al camino de comunión al que el Papa nos invita».

Avelino Revilla, vicario general de la archidiócesis, describe al cardenal como «un compañero en el consejo episcopal durante años». Y celebra «que lo hayan hecho cardenal» porque «nos anima mucho por la amistad que tenemos y significa la unión de la Iglesia de Madrid con Roma».

Finalmente, Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, describe como «una alegría poder acompañar a don José en este momento». Lo define como «un pastor muy sensible al dolor y al sufrimiento de los migrantes y de los pobres en general». A su juicio, el arzobispo «va a contribuir a esa Iglesia misericordiosa, esa Iglesia hospital de campaña que el Papa Francisco nos ha pedido». Recalca que ya conocía al cardenal desde que era párroco de San Alfonso y «siempre hemos tenido mucha cercanía». «Siempre ha participado con nosotros en algunas celebraciones, como en el recuerdo de Modesta Valenti y todas las personas sin hogar que fallecen a lo largo del año y para los que hacemos una liturgia». «Para nosotros es un amigo y es una alegría que un hombre sensible que sabe comunicar el amor por los más vulnerables sea cardenal de la Iglesia universal».