Amigo - Alfa y Omega

Silos. 4 de febrero. Cumplo años. «Treinta y todos», como dice uno de nuestros novicios. Abro mi correo electrónico. Encuentro el buzón de entrada repleto de buenos deseos y palabras que llenan el corazón. De muchas oraciones: sostén y fuerza de los que nos sabemos frágiles. Y recibo un regalo. Uno solo, pero que vale por muchos: una fotografía grabada en cristal enmarcada con una palabra: «Amigo». Me emociono porque tengo alma de niño. Y porque sé lo que esa palabra significa para el remitente. De los regalos importa su significado más profundo. No tanto lo que doy, sino en cuánto me doy en ellos.

Con frecuencia regalamos objetos más o menos útiles, pero no regalamos recuerdos, sentimientos, momentos que hemos vivido con las personas que son importantes para nosotros. Y es curioso, porque lo que de verdad cambia nuestra vida, lo que nos devuelve la sonrisa y la esperanza, son esos momentos compartidos. Momentos que siempre se quedan grabados en el corazón y a los que volvemos con frecuencia una y mil veces porque nos saben a cielo.

Y así, a mis «treinta y todos», con el buzón de entrada a rebosar y un regalo, comienzo a pensar en todo lo que el buen Dios ha puesto en mi vida. Soy consciente de lo poco que le doy gracias por mis logros y mis fracasos, por mis muchos renglones torcidos y mis pocas frases perfectas. Y sé que todo es importante, todo cuenta, porque en todo esta Él. Y cuántas gracias tengo que darle por las personas que ha puesto cerca, que me acompañan y sostienen, que me hacen poner los pies en la tierra y el corazón en el cielo: personas que me llevan a Él. Personas que encienden la esperanza en mi corazón y a los que estoy unido para siempre por lazos que Él ha tejido en el cielo. Lazos eternos. Y le doy gracias por cada momento vivido: por el futuro que me espera y mi pasado, que descansa en su misericordia. Y por este instante, en el que también me siento mirado con ternura. Y camino de su mano con el corazón lleno de paz y alegría. Eso es lo que cuenta. Eso es lo que tengo. Eso es lo que entrego. Lo que regalo.