La historia de España deja las aulas y llega al teatro - Alfa y Omega

La historia de España deja las aulas y llega al teatro

Alfonso X, la última cantiga es un viaje por la historia de España que muestra los anhelos y desvelos de un rey que no se conformó solo con ser sabio. Una obra maestra con música medieval fielmente reproducida que estará disponible en el Teatro Lara los días 7 y 12 de abril

Juan José Malpica Ruiz
Foto: Paco Collado.

El montaje de Alfonso X, la última cantiga se centra en los últimos días de Alfonso X. El guion aborda las contradicciones y la lucha interna de un rey que, a pesar de todos los logros que hizo por España, y por los que ha pasado a la historia gracias a su política e intelectualidad, se siente solo y abandonado en Sevilla, tratando de hallar la paz interior en la recta final de su vida.

El rey se encuentra ya con una terrible enfermedad cuyos dolores le inducían estados de depresión y ataques de ira, y para ello se refugiaba en su corte con las Cantigas de Santa María, para hallar la paz interior que tanto ansiaba.

Foto: Paco Collado.

Se trata de un montaje que sorprende y que conmueve. Compuesto y dirigido por Jesús Lozano, quien interpreta a Alfonso X, el rey rememora siete escenas –guiño a las Siete Partidas, un código civil que se le atribuye– que corresponden a grandes decisiones e hitos a los que se tuvo que enfrenar hasta el fin de sus días: las guerras en las que participó, las luchas internas por la sucesión, la traición de su hermano Fabrique y su hijo Sancho, la muerte de su primogénito Fernando de la Cerda, los intentos frustrados por ser nombrado emperador del sacro Imperio romano germánico, o el abandono de su mujer, la reina Violante (interpretada por Inma Cedeño) con los hijos del fallecido Fernando.

Cada una de las escenas está introducida por una cantiga, adaptadas por Emilio Villalba y Sara Marina –especialistas en la recuperación y difusión de las música históricas de los siglos VII y XVIII–, interpretadas magistralmente por el músico Ivo Blanek y Belisana, y fielmente reproducida con los instrumentos de la época que aparecen en los códices alfonfosíes como cítolas, salterios, laúdes y adufes.

Las cantigas elegidas son un valor añadido a la obra que hace descansar el profundo peso dramático de la agonía de un rey y ayuda a que el espectador se transporte en el tiempo con facilidad dejándose mecer por la música medieval.

Foto: Paco Collado.

La figura de Alfonso X el Sabio no solo debe limitarse a su gran contribución en el ámbito cultural; fue un rey que impulsó la reconquista, se preocupó por la repoblación del territorio y despachó con «diplomáticos» expertos en derecho en otros países. Fue un rey que contribuyó a la unidad de España tanto a nivel territorial como generalizando el uso del castellano y potenciando la inclusión de culturas, donde se enmarca la Escuela de Traductores de Toledo. Alfonso X también quiso transformar la sociedad aplicando las Siete Partidas, un código civil que sería una gran referencia.

Todos estos logros se tornan amargos en sus últimos años, donde las consecuencias de sus traiciones y la enfermedad que padece le sumergen en una agonía que le impide hallar el descanso eterno y muestra a un rey humano que grita de dolor y que sigue soñando por cambiar la historia.

El guion muestra de forma magistral los últimos años del sabio que hace memoria de sus hazañas y cuyas reflexiones, a pesar del dramatismo, no dejan de ser actuales como: «Un gobernante debe ser ejemplo para su pueblo, educándolo con el ejemplo de sus propios actos; y es su deber, no sólo asegurar la unidad política del reino, sino garantizar la felicidad y el bienestar de sus gentes», o como reza también: «Un gobernante debe evitar engañar a su pueblo, no descargar su odio contra aquellos que no lo merecen, ser paciente, rehuir la ira y esquivar la rabia, porque obstruyen de tal manera el corazón, que no nos permiten distinguir la verdad de la espesa bruma de la mentira».

Jesús Lozano encarna a un rey que es humano, que sufre, que se arrepiente pero que también es arrogante y satírico, una interpretación brillante que borda un guion muy completo y bien contextualizado. Cabe destacar también el dramatismo de la reina Violante, interpretada por Inma Cedeño, y que muestra el dramatismo y hartazgo de una reina que sufre las contradicciones del rey.

Se trata de una obra muy completa y recomendable que atrapa al espectador desde el minuto uno y lo traslada a la edad media, con un vestuario muy cuidado y documentado, música medieval y emociones aseguradas. Estará disponible en el Teatro Lara los días 7 y 12 de abril.

Alfonso X, la última cantiga

★★★★★

Teatro:

Lara

Dirección:

Calle Corredera Baja de San Pablo 15

Metro:

Callao, Tribunal

7 y 12 de abril