Símbolo de la Reconquista - Alfa y Omega

Símbolo de la Reconquista

La iglesia de Santiago el Mayor de Orihuela es Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional desde 1933. Alfonso X la recuperó de manos musulmanas y desde el siglo XV ha ido nutriéndose de un rico patrimonio artístico

Cristina Sánchez Aguilar
Fachada de la iglesia de Santiago el Mayor. Foto: José María Pérez Basanta

En Orihuela hay cerca de 35 iglesias para una población de 78.000 habitantes. Con razón, esta localidad alicantina es conocida como la Orihuelica del Señor. Allí, compartiendo espacio y tiempo con la catedral o la espectacular parroquia de Santo Domingo –dentro del colegio de los dominicos–, está la joya que José Antonio Martínez García, presidente de Bienes Culturales de la diócesis de Orihuela-Alicante, director del Museo de Arte Sacro y párroco del templo que nos ocupa, nos ha recomendado. Se trata de la iglesia de Santiago el Mayor, Bien de Interés Cultural y declarada Monumento Nacional en 1933. El edificio se encuentra en el Rabaloche –un arrabal de la ciudad– «y su rica construcción contrastaba con las escasas posibilidades económicas del barrio, habitado por artesanos y agricultores», explica Martínez García. La junta parroquial, encargada de las obras, era un grupo de nobles. Su objetivo era «superar a las dos otras parroquias que había en la ciudad, la del Salvador y Santa María, y la de las Santas Justa y Rufina».

La portada es de estilo gótico tardío y tiene alusiones a los Reyes Católicos. Foto: José María Pérez Basanta

La construcción de Santiago, tal y como se conoce en la actualidad, se inició a partir del siglo XV, pero su datación es previa. De hecho, es una de las tres parroquias que estableció Alfonso X, el Sabio, cuando se produjo la Reconquista cristiana. Cuenta Gisbert y Ballesteros en su Historia de Orihuela que tiene sus orígenes en la época visigoda y pasó a ser mezquita durante la dominación musulmana. Tras la Reconquista se realizó una profunda reforma del edificio. «En esta reconstrucción intervinieron artistas que estaban trabajando en Santa María de Alicante, por lo que ambos templos comparten estilo artístico, conocido como gótico levantino, que se caracteriza por tener una sola nave, pocos vanos –por lo que penetra poca luz en el interior–, muros gruesos, capillas entre los contrafuertes y escasa decoración figurativa», explica el párroco.

El órgano, renovado en el siglo XVIII, posee 2.085 tubos, 47 teclas y dos teclados. Foto: José María Pérez Basanta

Entre las reformas destaca la portada, de estilo gótico tardío, según el modo constructivo en la época de los Reyes Católicos. De hecho, en el tímpano se encuentra el escudo de los reyes con el yugo, las flechas, y la frase «Monta tanto». Sobre el parteluz hay una escultura de Santiago, patrón de la parroquia, ataviado con sombrero y bastón de peregrino, que sustituye a una escultura anterior destruida en la guerra civil. Dos curiosidades: en las arquivoltas aparece una pequeña escultura de una lechuza, que representa a Jesucristo y a la sabiduría divina, y uno de los laterales se apoya en la misma roca de la montaña.

El estilo del interior se conoce como gótico levantino y se caracteriza por tener poca luz y muros gruesos. Foto: José María Pérez Basanta

Una vez en el interior, Martínez anima a fijarse en las claves, cuyo objetivo es el sostenimiento del armazón de las bóvedas. Su decoración, realizada en torno a 1417, «comunica con gran belleza verdades de la fe cristiana». Hay un bajorrelieve de la Virgen de Montserrat, patrona de la ciudad, y la representación más antigua de esta advocación en Orihuela. También se encuentran la Virgen con el Niño, Santiago de nuevo como peregrino o los cuatro apóstoles.

La Virgen y el Niño en una clave. Foto: José María Pérez Basanta

En la sacristía se conservan el arca del monumento del Jueves Santo y la escultura del Resucitado, ambas del siglo XVII. Un retablo de la Sagrada Familia de Salzillo, la talla de la Inmaculada del escultor valenciano Esteve Bonet y un órgano, renovado en el siglo XVIII, que según el musicólogo Enrique Máximo García, «es uno de los más interesantes ejemplos del arte de organería del sureste español», completan –junto a otros– el catálogo de joyas de la parroquia.