Papa Francisco: «La esclavitud no es un recuerdo del pasado» - Alfa y Omega

Papa Francisco: «La esclavitud no es un recuerdo del pasado»

El Papa ha dedicado su audiencia general a Daniel Comboni, misionero italiano, obispo de África central y fundador de los combonianos. Según Francisco, el santo soñaba con «una Iglesia que hace casa común con los crucificados de la historia para experimentar con ellos la resurrección»

Rodrigo Moreno Quicios
El Papa Francisco durante la audiencia general. Foto: AFP / Tiziana Fabi.

Francisco ha continuado este miércoles su ciclo de catequesis sobre el celo apostólico. Se ha centrado en Daniel Comboni, misionero italiano que fue nombrado obispo de África central y fundó los combonianos. Una de sus citas célebres decía que «el más feliz de mis días será aquel en que pueda dar la vida por vosotros». Una expresión que el Papa ha calificado como propia «de una persona enamorada de Dios y de los hermanos a los que servía en misión».

Daniel Comboni vivió en África cuando aún existía en ella la esclavitud, una lacra que según Francisco «cosifica al hombre, cuyo valor se reduce a ser útil para alguien». El Papa ha subrayado que «Jesús, Dios hecho hombre, ha elevado la dignidad de cada ser humano y desenmascarado la falsedad de la esclavitud». Aparte del trabajo forzado, según el Papa, Jesús venció también «una esclavitud más profunda, la del corazón, la del pecado, de la que el Señor nos libera».

El Papa ha señalado que, como Comboni, «los cristianos estamos llamados a combatir cualquier forma de esclavitud» y ha denunciado que «desgraciadamente, al igual que el colonialismo, no es un recuerdo del pasado». Francisco ha recuperado el discurso que pronunció ante las autoridades de República Democrática del Congo en enero, cuando señaló que «el colonialismo económico, igualmente esclavizante, es un drama ante el que el mundo económicamente más desarrollado cierra a menudo los ojos, los oídos y la boca». «Basta de asfixiar África, no es una mina que explotar ni un suelo que saquear», ha sentenciado, como hizo en Kinsasa.

Francisco ha comentado que una de las mayores contribuciones de Comboni fue entender que era necesario formar vocaciones y «evangelizar África con África». «Es una intuición potente que contribuye a renovar el empeño misionero. Así las personas evangelizadas no eran solo objetos sino también sujetos de la misión». El misionero italiano advirtió hace más de 150 años de que para ser un buen misionero no basta con ser capaz sino que principalmente «lo que hace falta es caridad».

Casi al final de la catequesis, Francisco ha recordado que el sueño de Comboni «es una Iglesia que hace casa común con los crucificados de la historia para experimentar con ellos la resurrección». E improvisando ha concluido «no os olvidéis de los pobres porque serán ellos los que abran las puertas del cielo».

Por último, en el saludo en italiano al final de su audiencia general, ha revelado: «Ayer me llegaron noticias preocupantes de Nagorno Karabaj, en el Cáucaso meridional, donde la ya crítica situación humanitaria se ha agravado por encuentros armados. Llamo a todas las partes implicadas y a la comunidad internacional para que suelten las armas y encuentren una solución pacífica». Y como es costumbre en él desde el inicio de la guerra, ha pedido por «la maltratada Ucrania».