Akash Bashir, el primer pakistaní camino a los altares - Alfa y Omega

Akash Bashir, el primer pakistaní camino a los altares

Con su muerte, el joven salvó a decenas de personas que estaban en Misa en la iglesia de San Juan en Lahore cuando evitó que un terrorista suicida entrase en el templo. «Moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia», fueron sus últimas palabras

Ángeles Conde Mir
Akash Bashir. Foto: Vatican News.

Desde el día 31 de enero, Akash Bashir es siervo de Dios. Ese día se celebra la memoria litúrgica de San Juan Bosco, precisamente el fundador de las escuelas en las que se formó el joven Akash, quien en el momento de su muerte estudiaba en el Instituto Técnico Don Bosco de Lahore. San Juan Bosco es además el patrono de los jóvenes. Y así, Akash pasaba sus jornadas entre las clases y los grupos juveniles de su parroquia, San Juan. Como parte de su labor en la parroquia, Akash se había ofrecido para vigilar la puerta de la iglesia los domingos.

El 15 de marzo de 2015 algo le llamó la atención y sospechó de la vestimenta y actitud de un hombre al que nunca había visto por allí. Además, ese día en la parroquia católica estaban sobre aviso porque poco antes cerca de allí, en una iglesia protestante, otro terrorista había disparado a los feligreses y se había hecho explotar. Akash inmediatamente se dio cuenta de que se trataba de que aquel hombre era otro terrorista suicida que llevaba un chaleco explosivo y que pretendía hacerse explotar en el interior del templo, en ese momento llena de personas que habían asistido a una de las Misas dominicales. Akash se abalanzó sobre el suicida al grito de: «¡Moriré, pero no te dejaré entrar en la iglesia!». Y así sucedió. Pese a que el terrorista se hizo saltar por los aires asesinando a Akash y a otras dos personas, el heroico gesto del joven salvó la vida a decenas. Los ataques de ese día se saldaron con 17 cristianos asesinados y 70 heridos. Fueron reivindicados por una rama de los talibanes en Pakistán.

Desde entonces, toda la comunidad cristiana pakistaní ha recordado a Akash en sus celebraciones, en sus oraciones y le siguen rindiendo homenaje en el lugar donde está enterrado. Por eso, los católicos de Pakistán han recibido con gran alegría este reconocimiento del joven como siervo de Dios, un hecho que supone el pistoletazo de salida para la fase diocesana del proceso de beatificación tan solo siete años después de su muerte.

El proceso se abrirá oficialmente el próximo 15 de marzo, coincidiendo con el aniversario del atentado que le costó la vida. La Conferencia Episcopal de Pakistán al completo y el nuncio apostólico, Christophe Zakhia El-Kassis, estarán presentes en la apertura oficial de una causa que quizá conduzca a Akash a los altares por la vía del martirio. «Una forma de demostrar que se trata de un evento que toca de cerca a toda la Iglesia católica de Pakistán y también a otras confesiones cristianas porque, se trata, oficialmente, de la primera causa de beatificación y canonización que se inicia en Pakistán», recuerda a Vatican News el postulador de la causa, el salesiano Pierluigi Cameroni.