Acoso a asociaciones provida en Castilla-La Mancha - Alfa y Omega

Acoso a asociaciones provida en Castilla-La Mancha

Redacción
Foto: Paloma de Castro

«Iba a la clínica de Miguelturra a hacerme un aborto, y las voluntarias de San Vicente de Paúl me ofrecieron ayuda —cuenta Lourdes, una mujer de Ciudad Real—. Me trataron muy bien, en ningún momento me sentí presionada. Pero no las escuché». Cuando Lourdes empezó a sentirse mal tras su aborto, quien le ofreció un psicólogo fue el Centro de Integración Social de esta asociación, vinculada a la Familia Vicenciana, que también ofrece a las mujeres alimentos y ropa para niños y gestiona un piso de acogida. Lourdes sigue en contacto con la sociedad, y «he empezado a ir a la clínica. Salió de mí. No vamos a convencer, sino a ofrecer ayuda a las mujeres. Si no quieren, las dejamos tranquilas».

Por eso, le indigna la acusación de que esta entidad organiza «escraches antiabortistas», como han publicado varios medios: «Es totalmente mentira». Carmen Brasó, secretaria de la entidad, explica a Alfa y Omega que «llevamos diez años yendo a la clínica, y nunca hemos tenido problemas» hasta hace un mes, cuando los abortistas empezaron a llamar a los medios de comunicación.

No es un caso único. La semana pasada, el PSOE y Ganemos presentaron en el Ayuntamiento de Albacete una queja contra la asociación Derecho a Ser Madres, miembro de la Federación Provida. «Hace dos meses —cuenta Paloma de Castro, una voluntaria, en la foto— empezamos a ir a la calle donde está el único abortorio de Albacete. De dos en dos, nos acercamos a las mujeres y les preguntamos si tienen un minuto. Si se paran les ofrecemos ayuda y les damos una tarjeta con nuestro teléfono y un papelito con imágenes del desarrollo de un embrión y de niños abortados. Intentamos ser muy amables, porque conocemos su estado de ansiedad».

Los dueños de la clínica «han ido a la Delegación de Gobierno, al SESCAM y a la Policía» sin éxito «porque no hacemos nada ilegal. Así que llevaron la queja al Pleno del Ayuntamiento». La asociación contó con el apoyo de varias mujeres que han recibido su ayuda y de María Ángeles Martínez Paños, concejal de Mujer y Educación (PP), antigua presidenta de la entidad. «Habló como una auténtica provida. Dijo que el aborto es la mayor violencia que una mujer puede sufrir y que los médicos no dan suficiente información a las mujeres». Al final, solo se aprobó una declaración genérica a favor del aborto, «la condición que puso Ciudadanos para apoyarlo».