«A los jóvenes les gustan las personas que asumen las consecuencias de sus decisiones», dice León XIV - Alfa y Omega

«A los jóvenes les gustan las personas que asumen las consecuencias de sus decisiones», dice León XIV

En la audiencia jubilar con migrantes y misioneros León XIV ha puesto como ejemplo a Clara de Asís, quien «supo elegir»

Redacción
León XIV bendice a una bebé durante su recorrido por la plaza.
León XIV bendice a una bebé durante su recorrido por la plaza. Foto: Vatican Media.

Este sábado, 4 de octubre, se celebran en Roma, de forma simultánea, dos grandes jubileos: el de los Migrantes y el Jubileo del Mundo Misionero, que incluyen una audiencia del Santo Padre en la plaza de San Pedro y la peregrinación a la Puerta Santa de la basílica de San Pedro durante la tarde.

Durante la audiencia, León XIV ha explicado cómo una elección puede generar esperanza. «El jubileo también abre la puerta a la esperanza de una distribución diferente de la riqueza, a la posibilidad de que la tierra sea de todos», ha afirmado. En su catequesis, en el día de san Francisco, ha recordado a Clara de Asís, «una joven valiente y poco convencional», y a «los jóvenes como las personas que han tomado decisiones y asumen las consecuencias de sus decisiones».

Elegir lleva al cambio, ha especificado el Papa, y ha advertido de que «el mundo cambia si nosotros cambiamos. Esperar es elegir, porque quien no elige, desespera. Una de las consecuencias más comunes de la tristeza espiritual, es decir, la acedia, es no elegir nada. Quienes la experimentan se ven dominados por una pereza interior peor que la muerte».

Clara de Asís «supo elegir»

Quien «supo elegir» fue Clara de Asís, quien eligió la «pobreza evangélica» y para ello «tuvo que romper con su propia familia», escandalizando al pueblo. La decisión de Clara, que «quería ser como Francisco» y «vivir como una mujer libre», como quienes lo habían imitado, «fue aún más impresionante».

Clara de Asís «nos recuerda que el Evangelio atrae a los jóvenes. Sigue siendo cierto: a los jóvenes les gustan las personas que han elegido y asumen las consecuencias de sus decisiones». Por eso, debemos orar por los jóvenes, ha concluido León XIV, y también «por una Iglesia que no sirva al dinero ni a sí misma, sino al Reino de Dios y a su justicia» y que, «como santa Clara de Asís, tenga la valentía de habitar la ciudad de otra manera».