Los Premios Carisma ofrecen «magia de la buena» al reconocer los «valores evangélicos»
El Proyecto Repara de la archidiócesis de Madrid y el comedor Ave María han destacado entre los galardonados por los Premios Carisma
«No vamos a hacer solo una entrega de premios, vamos a ver magia de la buena», ha dicho en la tarde de este martes el Mago Roncero, presentador de los Premios Carisma de este 2025, en el auditorio de la Fundación Pablo VI. Es una gala organizada por la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) para reconocer el compromiso de perfiles ejemplares en el servicio y el anuncio del Evangelio.
Jesús Díaz Sariego, presidente de CONFER, ha dado la bienvenida a los asistentes a esta sexta edición de los Premios Carisma recordando que este 25 de noviembre se celebra también el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. «Esta sociedad, tanto civil como eclesial, está colmada de personas al servicio de los demás. Rostros que entretejen valores evangélicos dignos de reconocimiento y estima al servicio de los demás», ha asegurado al comienzo del evento. Tras repasar por encima las categorías que se premiarían en la noche (y en referencia al Premio Carisma de Entornos Seguros que más tarde recogería el Proyecto Repara) ha elogiado el «trabajo minucioso de aquellos que han puesto el valor de la protección por encima de cualquier otra justificación».
Actuar «donde la adversidad reine»
El Premio Carisma de Justicia y Misión ha sido recibido por la Unidad Militar de Emergencia (la UME) en reconocimiento a su labor en respuesta a la DANA en la Comunidad Valenciana en 2024. «Su respuesta rápida y eficaz ante los desastres naturales y las emergencias más graves grave es digna de valorar y de reconocer», ha dicho sobre ellos Jesús Sariego. Ha enviado además «nuestro más caluroso agradecimiento» a todos los miembros de esta unidad. César Torrejón Miralles, mando en Tenerife, ha sido el encargado de recogerlo en persona.
«Nos vemos reflejados los más de 3.000 militares de la UME que hemos trabajado durante meses para paliar las consecuencias de la DANA que devastó Valencia y que este verano participaron en la extinción de los incendios que han asolado nuestro país», ha declarado el militar con el galardón en la mano. Igualmente ha citado el pasaje del Evangelio de san Mateo en el que se dice «tuve hambre y me disteis de comer». Y ha pedido «que Nuestra Señora del Rosario, patrona de la UME, nos dé fuerzas para actuar allí donde la adversidad reine».
Un «farolillo» de la información religiosa
El Premio Carisma de Comunicación ha sido para Faustino Catalina. Es el redactor jefe de programas religiosos de la cadena COPE. Según los materiales distribuidos por CONFER de cara de la velada, se le reconoce por ser «el faro de la información de la Iglesia en la radio española».
Él, al recogerlo, ha bromeado con que, más bien, es «un farolillo». «Considero que, más que un reconocimiento personal, es un signo más de la vida religiosa sobre la que he informado durante cuatro décadas en esta bendita profesión», ha opinado. Ha citado también el lema de la COPE, «la verdad nos hará libres» y ha pedido «no bajar la guardia» para que la «nueva noticia» sea siempre un mensaje de esperanza y alegría.
«Donde florecen las vocaciones»
El Premio Carisma de Formación y Espiritualidad ha sido para el teólogo Marciano Vidal. Se le ha reconocido por su colaboración en la renovación de la teología moral católica en las cuatro últimas décadas a raíz del Concilio Vaticano II.
«Dice un refrán en mi pueblo que es de bien nacido ser agradecido», ha comenzado Vidal al recoger el galardón. «Nací hace muchos años en un pueblo precisamente delante de las Médulas a las que la UME asistió en verano», ha recordado. Y debido a la cercanía de su pueblo (San Pedro de Trones) con Portugal, ha bromeado con que «parece que viene de ahí que me digan que soy un teólogo de frontera». En su terruño «la vida religiosa se ha desarrollado maravillosamente» con cuatro claretianos, tres operarios, un jesuita, un redentorista y cinco religiosas. «Le sugiero a la CONFER que haga un premio a los sitios donde florecen las vocaciones», ha zanjado entre risas.
«Servir es la mejor manera de amar»
El Premio Carisma de Misión Compartida ha sido para el comedor social Ave María, en pleno centro de Madrid. Lo ha recibido el trinitario Paulino Alonso, su director. «Servir es la mejor manera de amar», ha reivindicado. Ha recordado que san Simón de Rojas, el fundador del comedor, «quiso que el servicio a los necesitados fuera llevado a cabo por laicos ayudados por algún religioso». Y ha agradecido que los voluntarios permitan que este espíritu siga inmutable. «Son hombres y mujeres que quieren poner un poco de su tiempo al servicio de los necesitados», lo que permite que 300 personas desayunen allí cada día, 130 merienden y 42 familias recojan un carro con alimentos cada semana.

«Coordinados, perseguimos un objetivo»
El Hospital Nacional de Parapléjicos ha ganado el Premio Carisma de Salud. Tras cumplir 50 años como referente a nivel internacional en el tratamiento de lesiones medulares, CONFER le ha reconocido por su ayuda para rehabilitar a los afectados a construir una nueva vida.
Su directora de gestión, Sagrario Carabaño, ha subrayado «nuestro agradecimiento por habernos considerado dignos». Ha reivindicado que «somos un hospital público monográfico que, durante más de 50 años, llevamos a cabo el tratamiento de rehabilitación integral de las personas con lesión medular». En él trabajan más de 700 trabajadores que, «coordinados, perseguimos un objetivo: que nuestros pacientes puedan vivir una nueva vida». Y ha explicado las dificultades a las que se enfrentan sus pacientes, pues «se enfrentan a un problema de salud grave y complejo» y «la perspectiva de vida que tenían se ha visto truncada».
«Los maestros no se aburren»
El Premio Carisma de Educación ha sido para el Colegio Ave María. Lo dirigen en Albacete las religiosas Operarias del Divino Maestro, más conocidas como Avemarianas, y forma a los jóvenes en los barrios humildes de La Estrella y La Milagrosa. Una religiosa de la congregación ha valorado que «el carisma es un regalo» y dado las gracias por «el honor de pensar en nuestro colegio». «Nos sentimos orgullosas de recibir este premio».
Su director ha preguntado «si con el único ingreso que nos da el módulo de concierto un colegio puede sobrevivir». Ha valorado «cada día como un reto» y ha confesado que allí «los maestros no se aburren» debido a los numerosos retos a los que se enfrentan.
«No entiendo la vida de otra manera»
El Premio Carisma de Pastoral Juvenil Vocacional ha ido destinado a Clara Medina. Ella es salesiana misionera y ha sido reconocida «por no tener reparo en redes sociales a dar testimonio de su fe y romper con los estereotipos que normalmente envuelven a los jóvenes que deciden entregar su vida a Dios».
Al recoger el galardón, ella ha declarado que «Jesús envía a sus discípulos y hoy nos envía a nosotros». Ha acogido el premio «con mucha gratitud, sorpresa y cariño». En cuanto a su misión, ha confesado que «no entiendo la vida de otra manera».
Los abusos arrojan al infierno
El Premio Carisma de Entornos Seguros ha sido para el Proyecto Repara. Es la iniciativa integral de la archidiócesis de Madrid para la prevención y sanación de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Lidia Troya, su coordinadora, ha valorado que «recibir este premio carisma es un gesto muy bonito para todo el equipo de Repara». Pero «en el contexto de las heridas que nos han traído hasta aquí, más que una celebración» ha hecho «una invitación» a la reflexión.
Troya ha lamentado que, a muchas víctimas, «la fe las ha arrojado al infierno». Ha revelado también que «hay personas supervivientes que no tienen vida, solo tienen síntomas». Ha reconocido que «hablar de abusos es denso e incómodo» y reconoce que «a veces podemos sentirnos cansados», pues a veces, al dar conferencias, «me dicen: “Qué desagradable es usted”».

Aunque ha descrito la Iglesia como «un espacio de crecimiento humano y espiritual», ha señalado que «tenemos en casa la realidad del abuso, no solo sexual: también de autoridad, de conciencia, espiritual y de poder». «Está empañando el rostro cuidador de la Iglesia y comprometiendo la credibilidad del Evangelio».
Ha diagnosticado que «la Iglesia puede convertirse en un lugar donde proliferan las relaciones tóxicas, las transgresiones y algunas dinámicas patológicas». Y para sanar, ha reivindicado la importancia de «un acompañamiento adecuado, es decir, profesional». Troya ha recalcado la urgencia de que «la Iglesia cambie como está haciendo» porque, aunque «la culpa es del agresor», la responsabilidad «es de un sistema del que todos formamos parte y posibilita el abuso».
Dios sigue llamando
Más tarde el Premio Carisma de Impacto ha sido para la serie The Chosen. Es un fenómeno global sobre la vida de Jesús aclamado por la crítica y que ha cautivado a las generaciones más jóvenes. Sus responsables en España lo han definido como «un enorme milagro de la providencia» y han asegurado que Dios «no ha dejado nunca de llamar».
«El amor de mi vida es Dios»
El Premio Carisma de Fe y Cultura ha sido para Diana Navarro en reconocimiento a sus «30 años de carrera musical en los que ha realizado una apuesta firme para que la música religiosa forme parte de su repertorio». Al recoger el galardón, ella se ha emocionado y ha confesado que «hoy me siento mejor persona por estar premiada junto a los que se lo merecen». Ha agradecido las raíces cristianas de su familia, que «no son solo tradición»: una vez que uno crece y lo abraza racionalmente, se convierte «en un regalo».
Ha agradecido la intervención de Lidia refutando que sea «desagradable» y la ha descrito como «una persona necesaria para el cambio de la Iglesia». Finalmente, la cantante ha bromeado con que, gracias a que su marido se divorció de ella, «pude conocer al amor de mi vida, que es Dios».