El día en el que el Papa inauguró la nueva sede del Pontificio Colegio Español ante todos los obispos del país

El día en el que el Papa inauguró la nueva sede del Pontificio Colegio Español ante todos los obispos del país

Se cumplen 60 años de la apertura en Via di Torre Rossa de la nueva sede del Pontificio Colegio Español. Construida por el aumento de alumnos, en 1966 tocó techo con 201 estudiantes

María Martínez López
San Pablo VI contempla una maqueta del edificio durante la inauguración. Foto: Pontificio Colegio Español San José.
San Pablo VI contempla una maqueta del edificio durante la inauguración. Foto: Pontificio Colegio Español San José.

15 cardenales —seis de ellos españoles— y el episcopado de nuestro país en pleno acompañaron al Papa san Pablo VI el 13 de noviembre de 1965 en la inauguración de la nueva sede del Pontificio Colegio Español San José, en la Via di Torre Rossa de Roma. El gran aforo de purpurados se debía, en buena medida, a que estaban en la Ciudad Eterna para la clausura del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre.

Pero eso no resta nada a la importancia que tuvo la inauguración en sí. Prueba de ello es que, 60 años después, otro Papa quiso celebrar esta efeméride del centro, creado para los sacerdotes que acuden a Roma a ampliar estudios.

León XIV tenía previsto acudir este domingo a compartir la celebración con los sacerdotes, diáconos y seminarista que residen en él, y con los miembros de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española, que el lunes se reunirán con el Santo Padre. Finalmente la visita del Pontífice no tendrá lugar en estas fechas.

Un momento de la inauguración.
Un momento de la inauguración. Foto: Pontificio Colegio Español.

En la estela del Vaticano II

En su alocución hace seis décadas, san Pablo VI expresó su esperanza de que el nuevo edificio sirviera para que «sacerdotes selectos respondan a la esperanza del mundo moderno». A los que entonces se formaban allí, los animó a que su estudio fuera «una respuesta amorosa al Dios que se revela, obra y está presente en la historia de la salvación».

A este deseo se sumaba el de que «alimente la ciencia vuestra vida espiritual y sirva de cauce al coloquio con el mundo de hoy y su iluminación en Cristo». Y, por último, los exhortó a que marcharan a sus apostolados «con un grande amor a la Iglesia».

En nombre del centro de estudios habló el cardenal José María Bueno Monreal, arzobispo de Sevilla y patrono del colegio. Subrayó la coincidencia de la inauguración con el Concilio, que «abre para toda la Iglesia» una «aurora cuajada de esperanzas».

Presentación el Pontificio Colegio Español.

En esta línea, aseguraba que el centro quería «situarse con absoluta fidelidad en la línea del espíritu y de las normas» para la renovación de los seminarios contemplada en los documentos conciliares. También contribuyó a su desarrollo más práctico, pues el primer pabellón en concluirse albergó a 40 obispos y 16 peritos participantes en la primera sesión.

Hasta 201 colegiales

La sede del Pontificio Colegio Español de San José en Via di Torre Rossa se construyó para hacer frente a un boom de sacerdotes españoles que acudían a Roma para ampliar estudios. Se había visto esta necesidad en el curso 1952-1953, cuando la anterior, el Palacio Altemps, se quedó pequeña sin importar ampliaciones previas.

El terreno se compró en 1955. El 15 de marzo de 1956, Pío XII bendijo la primera piedra, que contenía roca del cerro de los Ángeles y del monumento del Sagrado Corazón que en él se erigía. Esta se instaló el 12 de octubre del mismo año.

Fachada del Pontificio Colegio Español.
Fachada del Pontificio Colegio Español. Foto: Wikimedia Commons / Sedessapientiae.

Finalmente, los seminaristas se trasladaron a la nueva sede en 1961. El curso siguiente (1962-1963), el colegio llegó a tener 105 seminaristas en Torre Rossa y 81 sacerdotes en Altemps, 186 colegiales en total. Pero el récord se batió en el curso 1966-1967, cuando hubo 201: 128 sacerdotes y 73 seminaristas.

Sin embargo, el Pontificio Colegio Español no se libró de la crisis posconciliar. Así, solo tres años después, en 1970, el número de residentes se había visto reducido a la mitad, 100. Hoy están en torno a la cincuentena. Como ya entraban todos en Torre Rossa, la Santa Sede pidió el Palacio Altemps. Luego, el Estado italiano lo compró y, en 1982, se lo entregó al Museo Nacional Romano.