El arzobispo de Madrid pide en la Almudena «desarmar las palabras» y «mirar de cara las cruces» - Alfa y Omega

El arzobispo de Madrid pide en la Almudena «desarmar las palabras» y «mirar de cara las cruces»

José Cobo ha recordado frente a la Virgen de la Almudena que «la alegría no es un bienestar barato ni una foto de Instagram» sino contar con un «horizonte»

Rodrigo Moreno Quicios
José Cobo preside la Misa en la festividad de la Virgen de la Almudena.
José Cobo preside la Misa en la festividad de la Virgen de la Almudena. Foto: Archimadrid.

El arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, ha presidido la Misa en honor a la Virgen de la Almudena en la Plaza de la Armería, es decir, en la explanada frente a su catedral. Allí ha pedido a una imagen de la Virgen ataviada con un manto verde esperanza ayuda para «mirar de cara las cruces» de la ciudad y a los ojos de los que sufren. La talla llevaba este vetido como guiño al Jubileo del 2025. En su homilía, centrada en la «alegría verdadera» y la esperanza compartida, el cardenal Cobo ha emplazado a los vecinos de la villa a cultivar la amabilidad y la cordialidad como «formas de vida» imprescindibles para reconstruir los vínculos sociales.

«Hoy necesitamos imperiosamente cultivar la amistad y la cordialidad como actitudes básicas para la convivencia», ha reivindicado el arzobispo. Al mismo tiempo –parafraseando aquella «paz desarmada y desarmante» que pidió León XIV nada más ser elegido Papa– ha pedido «desarmar las palabras, también en nuestros medios de comunicación y redes». Según el cardenal Cobo, «vivimos la tragedia de la gran desvinculación y necesitamos revincularnos». «Eso solo es posible generando relaciones desde el diálogo y mirándonos al corazón», ha recetado.

«La alegría no es una foto de Instagram»

El purpurado ha recordado que la festividad de la Almudena invita a mirar la vida «con ojos de Evangelio» capaces de reconocer la alegría incluso «en las horas de la tormenta y de la cruz». «La alegría no es un bienestar barato ni una foto de Instagram», ha advertido. Tampoco «en ser invulnerables o pasar por la existencia sin heridas». A su juicio, «la alegría verdadera es que haya en tu horizonte promesas capaces de tirar de ti». De lo que la Virgen es el mejor ejemplo porque «María se fía de las promesas del Señor, ahí radica su fortaleza y su alegría invencible».

Imagen de la Virgen de la Almudena con un manto verde esperanza.
Imagen de la Virgen de la Almudena con un manto verde esperanza. Foto: Archimadrid.

José Cobo ha vuelto a citar, esta vez de manera explícita, a León XIV, quien lamentaba que «hay un obstáculo que a menudo nos impide reconocer la presencia de Cristo en lo cotidiano: la pretensión de que la alegría debe ser sin heridas». Y también a su predecesor, el Papa Francisco, quien en la bula convocando el Jubileo del 2025 describió a María como «testimonio más alto de la esperanza», capaz de decir «sí» incluso al pie de la cruz.

El arzobispo de Madrid ha señalado que la realidad de Madrid está «llena de cruces que nos convocan», desde las nuevas formas de pobreza hasta la precariedad laboral o la pérdida de sentido de vida entre los jóvenes. Apoyándose en los últimos acontecimientos de esta semana, ha señalado que «la Iglesia por medio de Cáritas y la Fundación Foessa viene publicando informes» que muestran el aumento de la pobreza infantil, las dificultades de acceso a la vivienda y «las crecientes trabas a los migrantes que mayoritariamente producen riqueza y bienestar en nuestra sociedad».

Construir sin «gritos, reproches ni demonización»

El cardenal ha citado también la recientemente publicada exhortación apostólica Dilexi te, en la que el Papa León XIV subraya que «la condición de los pobres representa un grito que interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los sistemas políticos y económicos, y especialmente a la Iglesia».

Ante esa realidad, el arzobispo de Madrid ha insistido en que la respuesta no pasa por «gritos, reproches ni demonización» sino por «una mirada humilde que aspira a aprender de la realidad». Y ante estos desafíos, «María nos convoca a compartir la vida a los pies de cada cruz, no para solucionar lo que nos desborda, sino para sostener la dignidad inviolable de cada ser humano».

La Virgen de la Almudena, ha dicho casi al final de su homilía, «aparece cuando las murallas se derriban» y enseña a «estar al pie de cada cruz». «Queremos ser una Iglesia que no pone límites al amor, que no conoce enemigos a los que combatir, sino solo hombres y mujeres a los que amar», ha concluido el cardenal en la explanada frente a la catedral de la Almudena.

Almeida pide en el Voto de la Villa «que nos libréis de disputas estériles»
José Luis Martínez-Almeida renueva el Voto de la Villa.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha renovado en mitad de la celebración el tradicional voto de la Villa a la Virgen de la Almudena, un compromiso que la ciudad mantiene desde el siglo XVII, cuando Felipe IV lo estableció «tras semanas de lluvias torrenciales que amenazaban con inundar los cultivos».

En nombre de todos los madrileños, Almeida se ha dirigido a la patrona recordando que «esta villa, que de pequeño asentamiento visigótico pasó a ser fortaleza mahometana y, tras la liberación de Alfonso VI, creció y creció hasta ser elegida lo que es hoy en día, capital de España», ha mantenido siempre su devoción a la Virgen.

El alcalde ha evocado «aquel Madrid asombroso del Siglo de Oro en el que Calderón escribía sus autos y Velázquez pintaba su Cristo». Más de tres siglos después, en 2025, «tres millones y medio de almas trabajan, se caen y se levantan». «Siempre has caminado a nuestro lado, siempre hemos contado contigo», ha reconocido.

En su intervención, Almeida ha agradecido a la patrona que «a tus hijos nunca nos ha faltado tu material protección». Y ha añadido que «a veces marcados por la tragedia, hemos sabido siempre encontrar nuevos motivos para esforzarnos, para ponernos en pie, para seguir trabajando». «Gracias por no dejarnos perder nunca la alegría, a ti que eres causa de nuestra alegría», ha insistido.

Finalmente, José Luis Martínez-Almedia ha pedido a la Virgen su amparo «para las familias, primera escuela de amor». Ha rogado «que nos libréis de disputas estériles que nos impiden seguir trabajando por una sociedad más solidaria y más justa». Y por su rol de alcalde, ha pedido a la Almudena que recuerde «a quienes tenemos la responsabilidad de gobernar, y a mí el primero, el valor de la verdad en consonancia con la verdad de tu hijo, la verdad que nos hará libres».