Un grupo de costura «para no comprar ropa nueva y huir del consumismo» - Alfa y Omega

Un grupo de costura «para no comprar ropa nueva y huir del consumismo»

El grupo textil Laudato Si de Pamplona crea y customiza prendas a partir de materiales ya existentes. «Hay ropa suficiente ahora mismo en el mundo para seis generaciones», cuenta su responsable

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
En el grupo las hay que enseñan, y otros aprenden
En el grupo las hay que enseñan, y otros aprenden. Foto: Grupo textil Laudato Si.

«Decidimos hacer un grupo textil en clave Laudato Si tras una charla sobre la moda rápida y la explotación laboral a la que se ven sometidos muchos trabajadores de este sector», afirma Inmaculada Martínez, responsable del grupo textil Laudato Si que opera en la parroquia San Francisco de Asís de Pamplona.

«Hay ropa suficiente ahora mismo en el mundo para seis generaciones», cuenta Martínez, en un mundo en el que «se tira un montón de ropa, incluso sin usar, con su etiqueta puesta y todo. Se habla mucho de los coches, pero la textil es la segunda industria que más contamina en el mundo. Son datos escalofriantes», lamenta.

En una línea propositiva, «tratamos de crear y customizar a partir de materiales ya existentes», cuenta Martínez, que reconoce que hay «muchas mujeres que saben coser muy bien y que en las parroquias no están muy valoradas». Por eso, se decidió a hacer «un grupo con algunas mujeres que podían enseñar y otras que querían aprender». Luego difundieron su actividad por la diócesis, y ahora hay un grupo de costura «muy concienciado en la necesidad de no comprar ropa nueva, sino tratar de arreglarla o usar una prenda y reelaborarla para darle otro uso, creando una nueva a partir de algo viejo». Por eso, «no solo hacemos ganchillo; usamos instrumentos reciclables, tratamos de utilizar lo que tenemos en casa, y huimos del consumismo», añade.

Esperanza enseña a Alberto sus habilidades con la costura
Esperanza enseña a Alberto sus habilidades con la costura. Foto: Grupo textil Laudato Si.

Poco a poco se ha ido apuntando gente, entre 10 y 20 personas actualmente, en el que hay incluso hombres que quieren aprender a coser. «Ahora tenemos un chico al que se le rompen camisas y pantalones y está aprendiendo a repararlos con una señora mayor, que se encuentra muy útil al poder ayudarle. Es como para verlos», dice Inmaculada. Y también participa alguna persona que está en proceso de acogida de Cáritas, lo que le sirve asimismo para integrarse y aprender el idioma.

En Pamplona, esta iniciativa textil se coordina con diferentes organizaciones con valores parecidos: Setem, Madre Coraje, Traperos de Emaús y Geltoki, con los que visibiliza sus propósitos con el suelo de alcanzar en un futuro a las generaciones más jóvenes.

«Queremos que esta labor sea también una sugerencia para que otras parroquias hagan algo parecido, porque es necesario concienciar sobre el medio ambiente y las injusticias de la industria textil», señala la responsable de este proyecto.