Camerún adelanta a Burkina Faso como la crisis de desplazamiento más desatendida

Camerún adelanta a Burkina Faso como la crisis de desplazamiento más desatendida

En 2024 se logró menos de la mitad de la financiación humanitaria necesaria para atender a los desplazados. Las necesidades se podrían haber cubierto con el 1 % de lo que los países han dedicado a armamento, denuncia el Consejo Noruego para Refugiados

María Martínez López
ACNUR atiende a refugiados centroafricanos en Camerún.
ACNUR atiende a refugiados centroafricanos en Camerún. Foto: ACNUR Camerún.

La escasa repercusión de las emergencias en Camerún ha hecho que sea considerada la crisis de desplazamiento más olvidada del mundo. Así lo afirmó el martes la ONG Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) en su informe anual. El documento sitúa a Etiopía y a Mozambique en el segundo y tercer lugar, respectivamente, de esta particular lista negra.

La emergencia de Camerún no es nueva, hasta el punto de que el país africano ya encabezó la lista del NRC en 2018 y 2019 y en el año 2023 volvió a ascender hasta el segundo puesto. El país de África occidental se ve en esta situación por «tres crisis distintas y prolongadas» que golpean la nación desde hace más de una década, afirma la entidad. Se trata del «largo conflicto con grupos armados en la cuenca del lago Chad, la violencia en las regiones Noroeste y Suroeste», donde vive la mayor parte de la minoría anglófona, «y la inestabilidad continuada» que llega de la vecina República Centroafricana.

Como consecuencia, en 2024 «unos 3,4 millones de personas vivían con la necesidad urgente de asistencia y protección». De ellos 1,1 millones eran desplazados internos, con casi medio millón de refugiados y solicitantes de asilo que «se encuentran atascados en un limbo» legal.

El estudio de la ONG, que recoge Europa Press, tiene en cuenta varios criterios. Dos de ellos son la falta de compromiso político o las falta de fondos humanitarios. En este último aspecto el caso de Camerún es especialmente palpable: el plan de respuesta internacional apenas recibió el 45 % de los fondos requeridos —168,2 millones de dólares de los 371 millones que se necesitaban—, según datos de la ONU.

También se valora la presencia de la emergencia en medios de comunicación. En el caso de Camerún, la crisis apareció mencionada en 28.800 artículos en inglés, español, francés y árabe en 2024, 15 veces menos que la de Ucrania.

Temor a los recortes

Por su parte, la crisis en Etiopía asciende en este informe al segundo lugar, su posición más alta hasta la fecha, mientras que Mozambique figura por primera vez en el tercer puesto. Burkina Faso, que encabezó la lista durante los dos años anteriores, ocupa ahora el cuarto lugar, seguida de Malí, Uganda, Irán, República Democrática del Congo, Honduras y Somalia.

La ONG denuncia que globalmente en 2024 «se ofreció menos de la mitad de la financiación humanitaria necesaria». Los fondos que faltan, además, «suponen aproximadamente el 1 % de lo que el mundo gastó en defensa» en el mismo periodo, recoge AFP.

El secretario general del NRC, Jan Egeland, señala en el comunicado que el mundo «no puede alegar ignorancia» para desentenderse de estas emergencias. Expresa asimismo su temor a que los recortes generalizados en ayuda empeoren aún más la situación de millones de personas vulnerables.

«La solidaridad internacional se está viendo opacada por políticas cada vez más cerradas y nacionalistas en países donantes que antes eran generosos con quienes más sufren alrededor del mundo», lamenta Egeland. En respuesta, llama a no aceptar el «abandono» de los donantes como «una conclusión inevitable».

En este sentido, el secretario general del NRC advierte de que el desplazamiento no debe entenderse como «una crisis lejana», sino como «una responsabilidad compartida». «Debemos alzar la voz y exigir la reversión de los brutales recortes de ayuda humanitaria, que cada día están costando más vidas», reclama.