El párroco de Gaza, a Alfa y Omega: «Las bombas han caído a 300 metros de la parroquia»
Gabriel Romanelli asegura que todos están bien, a pesar de haberse despertado bajo una lluvia de misiles. «Ojalá esto no sea el recomenzar de la guerra»
Israel ha puesto fin al alto el fuego firmado con Hamás con un intenso bombardeo sobre la Franja de Gaza que ha dejado cerca de 400 muertos y más de 560 heridos. El armisticio fue firmado entre las partes hace más de dos meses, el pasado 15 de enero en Doha (Catar).
«Esta madrugada nos hemos despertado con los ruidos de los bombardeos. La verdad es que han caído bastante cerca de la parroquia [de la Sagrada Familia], como a unos 300 metros de este templo, oasis, refugio. Pero estamos todos bien», ha explicado Gabriel Romanelli, párroco de Gaza, en conversación con Alfa y Omega.
En la iglesia «seguimos teniendo unos 500 refugiados, incluidos 50 niños con discapacidad musulmanes», detalla el misionero. «La mayor parte de la comunidad cristiana está aquí». De hecho, había «unas 20 familias que habían vuelto a sus casas —lo que quedaba de ellas—, o se las habían arreglado para encontrar un lugar donde vivir durante este tiempo, pero la mitad de ellas ahora han vuelto».
Alimentos y medicinas
A pesar de las circunstancias —Romanelli reconoce que «desgraciadamente la situación está mal»—, el párroco de Gaza expresa su deseo de que la lluvia de misiles «no sea el recomenzar de la guerra». Ojalá «esto haya sido puntual y se llegue a un alto el fuego permanente. Más aún, a un final de la guerra y la paz».
En este sentido, rememora los gestos de esperanza de los dos últimos meses: «Había, por ejemplo, más ayuda humanitaria, aunque se cortó completamente hace 17 días». También la parroquia ha protagonizado muchos de ellos. «Aquí lo que estamos haciendo es rezar y asistir a todos con alimentos y medicinas, incluso hemos podido ayudar a miles de familias del barrio». Una labor que pueden realizar gracias, según el sacerdote, a la generosidad del Patriarcado latino de Jerusalén.