Qué importantes son las palabras, cuando unidas, dotan de sentido a nuestra vida: Sentimientos, hechos, sucesos, obras, gestos, recuerdos, todo se puede resumir y contar porque tenemos palabras.
El diccionario es una obra de teatro que utiliza este don maravilloso del ser humano para traernos la historia de María Moliner, la autora del Diccionario del Uso del Español, un diccionario singular lleno de definiciones, sinónimos, expresiones, frases hechas y familias de palabras. Enmarcada en una escenografía sencilla pero imponente, la actriz Vicky Peña se convierte en la anciana bibliotecónoma, de forma mágica y muy evocadora. Desde el primer momento vemos a María Moliner y quedamos enamorados de su sentido del humor, su forma de expresarse y sus maneras de desenvolverse en la vida.
El autor Manuel Calzada ha sabido llenar perfectamente el tiempo escénico, sin dejar caer en ningún momento al espectador en el olvido. El texto está magníficamente construido y te mece en sus palabras como una acolchada hamaca sin brusquedades ni interrupciones. Poco a poco nos sumimos en el sueño de aquella María que imagina el autor, vivimos sus experiencias más traumáticas y difíciles, mientras el humo nos envuelve.
Y ese humo a veces es casi palpable, porque… ¡qué fácil es llenar de humo una historia para no ver más que lo que uno tiene delante de sus narices! Perdónenme, pero con todo lo magnífica que me parece la obra, a mi la vuelta a la memoria republicana (que no histórica) y sus devenires… ¡Puf! Cansadita me tienen. Que parece que va a venir Franco resucitado a quemar los libros más culturales y más geniales que tenemos en casa, para dejarnos sólo la Enciclopedia Álvarez y que volvamos todos a aquellos tiempos.
Valórenlo ustedes, pero yo ya estoy un poco harta. Qué pena, porque la obra es buena, original y diferente. Ojalá sirviera para que, como dice Manuel Calzada en el programa, El Diccionario fuera una herramienta para que nos unamos todos los españoles, los de un bando y los de otro (¡claro, entonces sigue habiendo bandos… no partidos, ni ideas!).
Ojalá consiguiera no despertar odios subjetivos, si no unir un pueblo, un país que hoy más que nunca debe y puede vivir en hermandad.
★★★☆☆
Calle Fernández de los Ríos, 42
Canal, Quevedo, Islas Filipinas
OBRA FINALIZADA