Consternación de la Iglesia alemana por el atropello mortal en Magdeburgo
El obispo de la ciudad lo ha calificado como «un acto aterrador» y la Conferencia Episcopal del país ha emitido un comunicado junto a la Iglesia Evangélica. Las puertas de la catedral han permanecido abiertas para acoger y ofrecer atención pastoral
En la tarde de este viernes, un automóvil ha cometido un brutal atropello en un mercadillo de Navidad de la ciudad de Magdeburgo dejando al menos dos fallecidos y decenas de heridos. Por el momento, las autoridades han detenido al conductor del vehículo, un hombre de 50 años, médico de profesión y sin antecedentes.
Ante estos hechos, el obispo de la ciudad, Gerhard Feige, ha asegurado su oración «por los afectados, sus familiares y los servicios de emergencia». A través de unas declaraciones a la Agencia Católica de Noticias (KNA), ha señalado que «especialmente en estos días y antes de una fiesta, cuando nos conmueve especialmente el mensaje del amor de Dios, de la dignidad humana y del anhelo de un mundo ideal, un acto así es aún más aterrador y profundo».
Además, el obispo ve en este incidente un desafío para la sociedad, afirmando que «es necesario luchar aún más decididamente contra cualquier extremismo y trabajar para promover la coexistencia pacífica». La catedral de Magdeburgo ha permanecido abierta durante todo este sábado acogiendo y ofreciendo atención pastoral a todas las personas que han querido acercarse.
Por otro lado, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, y la presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania, Kirsten Fehrs, han hecho una declaración conjunta este sábado. «Como Iglesias, lloramos con los familiares de las víctimas de este terrible ataque y oramos por los heridos, los fallecidos y sus familiares, que ahora están preocupados por sus seres queridos. Tantas personas inocentes han sido víctimas de esta violencia sin sentido justo antes de Navidad», han señalado.