Ramón Bassas: «Ante el hecho religioso existe una multitud de respuestas culturales»

Este martes usted escribía en su blog: «Es momento de arremangarse» refiriéndose a su nombramiento, ¿cómo afronta esta nueva responsabilidad?
Lo asumo con mucha responsabilidad y voluntad de hacerlo bien. Es un cargo serio, un reto que implica mucho trabajo. La idea de «arremangarse» viene de ahí, porque opinar siempre está bien, es parte de la democracia, pero también lo es ponerse a trabajar. Durante años fui concejal en el Ayuntamiento de Mataró, y después me he centrado en el ámbito editorial y en temas relacionados con lo religioso. Así que esto es un paso más. Verlo desde la barrera es una cosa, pero ahora me toca estar en el ruedo, y lo hago con respeto, responsabilidad y agradecimiento hacia quienes me precedieron en este puesto.

¿Cuál es el objetivo del organismo al que le han puesto al frente?
La misión de la dirección general de Asuntos Religiosos es gestionar la relación entre el gobierno autonómico y las diferentes confesiones religiosas. También nos encargamos de desarrollar vínculos con todo lo que tenga que ver con lo religioso, no solo con las confesiones establecidas, sino también con grupos interreligiosos, que aunque no pertenecen a ninguna religión en particular, fomentan el debate y la relación entre las diferentes confesiones. En un contexto como el actual, donde convivimos con muchas religiones por la migración y otras dinámicas sociales, es esencial atender a todas estas realidades. Ante el hecho religioso hay una multitud de respuestas culturales y nuestro trabajo consiste en garantizar que todas las comunidades religiosas tengan un espacio y sean atendidas por el poder público.

En ese sentido, ¿cuáles son las necesidades más urgentes que tiene Cataluña?
Creo que en Cataluña estamos ante un periodo nuevo. Venimos de una etapa de convulsión y división, y las consecuencias son palpables. No es momento de juzgar el pasado, sino de mirar hacia adelante con una estrategia que incluya en lugar de excluir. Lo religioso, que representa diferentes identidades y formas de ver el mundo, puede ser un factor clave para mejorar la convivencia. Un claro ejemplo de las dificultades que enfrentamos es la islamofobia, un problema presente en todo Occidente, incluida Cataluña. Nuestra misión es aprovechar la diversidad religiosa para promover una convivencia más enriquecedora y que beneficie a toda la sociedad. Aunque pueda sonar un poco etéreo, este es el objetivo hacia el que orientamos nuestras acciones y programas.

El primer acto al que ha asistido después de su nombramiento ha sido a la entrega de la Medalla de Honor a la Abadía de Montserrat, sin duda uno de los símbolos más importantes de la presencia cristiana en Cataluña.
La Abadía de Montserrat, con casi mil años de historia, es un símbolo, no solo de lo religioso, sino también del compromiso con la cultura, la convivencia y la acogida. Montserrat ha inspirado muchos de los valores que han definido a Cataluña, como el ser un lugar de acogida, aunque, claro, con sus aciertos y errores. La entrega de la medalla fue un reconocimiento a todo esto.

Este jueves será su primer día de trabajo, ¿por dónde tiene pensado comenzar?
Efectivamente, será mi primer día oficial. Empezaré con algunas entrevistas y luego tengo una reunión con el equipo de la dirección general. Será una semana de transición, conociendo más a fondo los programas en marcha y viendo cómo organizar las próximas acciones. Me han comentado que tendré una agenda muy llena, ya que en este ámbito hay muchos actos, celebraciones, reuniones y encuentros. Y creo que es importante responder a esas invitaciones para tender los puentes necesarios y avanzar en los objetivos que nos hemos propuesto.