Francisco a los jóvenes en Medjugorje: «Debéis tener la valentía de hablar de Cristo»
El santuario bosnio acoge la 35 edición del Mladifest, el festival católico juvenil más multitudinario de Europa
Miles de jóvenes católicos llegados de toda Europa celebran hasta el 6 de agosto el festival de la juventud Mladifest, en el santuario de Medjugorje. La cita este año alcanza su edición número 35 y, como ha hecho en los últimos años, el Papa Francisco ha enviado un mensaje a los chicos y chicas que viven estos días de oración, celebraciones, adoración, música y catequesis.
El Santo Padre habla a los jóvenes del discipulado. Basándose en el lema del encuentro de este año, «María ha escogido la parte mejor», el Pontífice les invita a elegir la parte mejor como María la hermana de Lázaro, es decir, a elegir al Señor. «Así también vosotros, queridos amigos, estáis llamados a ser auténticos discípulos de Cristo», les escribe. El Papa les propone además que sigan el ejemplo de otra María, la más importante, María de Nazaret que «se puso por completo a disposición del Señor».
Por ello, anima a estos cerca de 50.000 jóvenes participantes en el Mladifest a nutrirse de la Eucaristía y del sacramento de la reconciliación para crecer en la vida espiritual y «transmitir el Reino de Dios a los demás»
«Debéis tener la valentía de hablar de Cristo en vuestras familias, en vuestro ambiente estudiantil y laboral y en vuestro tiempo libre. Anunciadle, sobre todo, con vuestra vida, manifestando la presencia visible de Cristo en vuestra existencia, en vuestro compromiso diario y en coherencia con el Evangelio en cada decisión concreta», les dice Francisco.
De este modo, les indica que es importante familiarizarse con el Evangelio para dar testimonio porque «la ignorancia de la Escritura es la ignorancia de Cristo», escribe el Papa citando a san Jerónimo. Para hacer crecer el conocimiento de las Escrituras les recomienda llevar siempre consigo el Evangelio como «una brújula que os indique el camino a seguir».
Por último, el Santo Padre les anima a ser «constructores de una nueva humanidad» y desea que la ejemplo de la Virgen les mueva a «ser heraldos de la esperanza, el amor y la paz en el mundo».