El Senado italiano tendrá la última palabra sobre la presencia de voluntarios provida en clínicas abortivas
El partido de Meloni también ha propuesto que la ley exija a las mujeres hacerse una ecografía y escuchar el latido del feto antes de poder abortar
Cuando Giorgia Meloni fue elegida primera ministra italiana, se definió como una «mujer, una madre y una cristiana». No piensa revocar la ley del aborto de 1978, pero sí ha dejado claro que su objetivo es recordar a las mujeres que piensan que el aborto es la única opción que tienen la posibilidad de tomar una decisión diferente. Su gobierno está financiando con fondos europeos a los grupos provida.
Además, el Parlamento aprobó el martes de esta semana una medida que —de pasar también con holgura la votación en el Senado— permitirá a los activistas entrar en las clínicas donde se practican interrupciones del embarazo. La Cámara de diputados lo aprobó por 185 votos a favor, 115 en contra y 4 abstenciones. El partido de Meloni, Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia), también ha propuesto que la ley exija a las mujeres hacerse una ecografía y escuchar el latido del feto antes de poder abortar.
Según datos del Ministerio de Sanidad del país, cada vez son más los médicos italianos que se niegan a realizar abortos, alcanzando la cifra del 65 % y el 80 % en algunas regiones como Sicilia o las Marcas.
Sin embargo, en un comunicado, Provita & Famiglia, una de las asociaciones provida más conocidas en Italia, ha asegurado que no tiene intención de entrar en los centros abortivos, «porque nuestro ámbito de actuación es la sensibilización ciudadana y la incidencia política con campañas nacionales».
«Esto no quita la urgencia de devolver a los centros de asesoramiento el papel para el que fueron concebidos por la Ley 194, es decir, lugares donde ayudar a las mujeres a encontrar alternativas concretas al aborto», ha añadido la asociación en su mensaje.
«España no debe dar lecciones a Italia»
La ministra de Igualdad española, Ana Redondo, ha criticado en la red social X la medida que ha definido como «una estrategia de la extrema derecha» para «revertir derechos». Meloni no ha tardido en contestarle y le ha pedido que no diera «lecciones» a Italia sobre sus medidas contra el aborto. «España no debe dar lecciones a Italia», ya señaló el pasado miércoles en declaraciones a los medios en Bruselas, según recogió entonces Europa Press.
La primera ministra italiana aseguró haber escuchado «varias veces» a ministros de Exteriores de otros países hablar de cuestiones internas italianas «sin conocer los hechos». «Normalmente, cuando uno es ignorante sobre un tema debería tener al menos el sentido común de no ir dando lecciones», sentenció.