El Vaticano condena la resolución de Europa que considera el aborto un derecho fundamental - Alfa y Omega

El Vaticano condena la resolución de Europa que considera el aborto un derecho fundamental

«Es una elección equivocada exigir un derecho solo de una parte, no de ambas», señala Vincenzo Paglia

Victoria Isabel Cardiel C.
El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida. Foto: CNS / Paul Haring

El presidente de la Academia Pontificia para la Vida del Vaticano, Vincenzo Paglia, ha condenado la resolución del Parlamento Europeo que insta a los Estados a reconocer el aborto como un derecho en la Carta de Derechos Fundamentales. Un paso sin repercusiones legales que ha considerado como «un atraso cultural».

«El problema es la ausencia total del derecho del niño por nacer. Esto, en mi opinión, es muy grave tanto desde el punto de vista cultural como social», ha señalado el arzobispo italiano en una entrevista con medios vaticanos. Ha definido la resolución como «una elección que va hacia atrás, no hacia adelante, y va en contra de ese respeto de todos los derechos, incluso de los más débiles». Paglia ha advertido de que «el niño por nacer es más débil, no puede hablar, no puede reclamar nada, y es demasiado fácil afirmar los derechos del más fuerte y olvidarse del más débil». A lo que ha añadido que «es una elección equivocada exigir un derecho sólo de una parte, no de ambas».

La dividida votación del jueves en el Parlamento Europeo —que se cerró con 336 votos a favor y 163 en contra— sigue el ejemplo de Francia, primer país de la Unión Europea en consagrar el derecho al aborto en la Constitución. La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (Comece) también ha expresado su oposición a esta resolución que contrasta con el respeto de los derechos de los más débiles, como el niño no nacido.

Paglia ha afirmado que con esta medida se perfila una mentalidad «muy individualista». Y ha recordado que «cuando una mujer está embarazada existen dos realidades». «La total revalorización de los derechos individuales a costa de los deberes hacia el otro nos lleva a una triste deriva», ha advertido el italiano. «La deriva de que cada uno puede ser juez de sí mismo», ha recalcado.

En este sentido ha manifestado que hay «una intoxicación de individualismo». Y reclamado «una justicia eficaz para ayudar a la mujer a defender su dignidad, su derecho al trabajo, su derecho a expresarse plenamente como cada persona humana».

Del mismo modo, ha defendido que la oposición al aborto no es sólo una cuestión católica: «tengo muchos amigos, por ejemplo Angelo Vescovi, que es presidente del Comité Italiano de Bioética, que está en contra del aborto a pesar de no ser creyente ni católico». Según Vincenzo Paglia, «aquí la cuestión es muy simple». «¿El que ha sido generado es una vida o no? Si es una vida, ¿con qué derecho la excluyo o elimino?», ha argumentado. Y aunque ha comprendido que este argumento puede generar «conflictos», considera que «forma parte de la dialéctica general». «Pero despreciar totalmente el derecho de quien debe nacer en favor de los derechos de otro, sobre todo, si luego no puede decidir nada, me parece claramente un atraso cultural», ha sostenido.

Por otro lado, también ha reivindicado el nuevo documento publicado esta semana por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, según el cual la dignidad infinita pertenece a todos, sin excluir a nadie. Por eso la Iglesia «debe defender la vida». Y ha agregado: «estamos contra la pena de muerte, contra la guerra, contra el aborto, contra la injusticia, contra la ausencia de derechos en el trabajo, la ausencia de defensa de la vida incluso para los que trabajan en condiciones terribles». Una serie de lacras que reflejan que «debemos promover absolutamente la defensa de la vida en redondo, empezando por la del más débil».

La decisión del Parlamento Europeo no conlleva ninguna consecuencia legal porque esta medida tendría que ser ratificada por unanimidad por los 27 países. De hecho, se trata de una cuestión «cultural muy profunda», ha afirmado Paglia. Por ello ha explicado que «la acentuación exaltada o exagerada, de los derechos individuales» hace olvidar los vínculos que hay en todas las sociedades.

«El misterio de la maternidad y del nacimiento es uno de los misterios que califican el sentido mismo de la vida y de la humanidad, a saber, que somos plurales desde el principio», ha apuntado el arzobiso. Así, «si la mujer decide por su cuenta sin tener nada en cuenta, es un vulnus a esa concepción del»nosotros» que es desde el principio, en este sentido también debemos redescubrir la corresponsabilidad por la vida que está naciendo», ha opinado. «¿Quién tiene derecho a suprimirlo? Por eso creo que es un problema cultural mucho más profundo que una superficialidad, yo lo llamaría la borrachera de los derechos individuales», ha manifestado.

Del mismo modo, ha recordado la labor de la Madre Teresa de Calcuta que creó un proyecto con casas «diciendo a las mujeres embarazadas: “den a luz, que yo las llevo, porque tantas mujeres abortan porque tienen problemas, quizá económicos o incluso psicológicos o de otra naturaleza, porque están solas y no se les ayuda”».

Así ha defendido que frente a una cultura que sigue exaltando el «yo», «debemos empujar hacia una cultura del “nosotros” porque el “nosotros” es la sustancia de lo humano, es la sustancia de la solidaridad, de la fraternidad y, por tanto, también de la justicia». Finalmente, Paglia ha argumentado que «este voto va mucho más allá de una simple opción política». Y que «apunta a una concepción individualista de la vida que no es la que todos vemos y todos realizamos, ese “nosotros” que hay que valorar desde el principio».