Turquía convierte otra iglesia de Estambul en mezquita
El templo de San Salvador, en la zona de Cora, alberga iconos y mosaicos considerados clave en el arte religioso bizantino. Serán tapados
Después de la archiconocida iglesia de Santa Sofía, en Estambul, otra importante iglesia turca se convertirá en mezquita. Se trata del templo bizantino de San Salvador, en Cora. Según informa la agencia Fides, después de 66 años como museo, a partir del 23 de febrero abrirá sus puertas para la oración de los viernes y acogerá ritos musulmanes, rebautizada como «mezquita de Kariye».
El cambio implicará que sus célebres frescos y mosaicos serán recubiertos por tapices rojos diseñados y elaborados específicamente para este fin. El islam prohíbe la representación de la figura humana, pues lo considera un intento de imitar a Alá. A él tampoco se le puede representar por ser incognoscible y estar visto como una forma de idolatría.
La decisión de reconvertir la iglesia de Cora se remonta a 2020, el mismo año en que una decisión del Consejo de Estado autorizó que Santa Sofía volviera a utilizarse como mezquita después de ser un museo durante 85 años. Era una promesa electoral del presidente Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, en lo que respecta al templo de San Salvador, la transformación se pospuso para realizar trabajos de restauración, que ya han concluido.
El edificio está situado en el noroeste del centro histórico de Estambul, cerca de la puerta de Adrianópolis. Se trata de un antiguo complejo monástico del siglo VI. La iglesia actual, del siglo XII y renovada en el XIV, es reconocida como uno de los ejemplos más importantes de arquitectura bizantina sagrada.
Después de la conquista musulmana por parte de Mehmet II en 1453, mantuvo su uso cristiano hasta que se convirtió en mezquita en 1511. Los mosaicos y frescos fueron cubiertos de cal, pero no destruidos. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la restauraron arqueólogos y expertos del Byzantine Institute of America y del Dumbarton Oaks Center for Byzantine Studies. En 1958 se convirtió en un museo estatal por disposición del Consejo de Ministros de entonces. El Consejo de Estado anuló esta decisión en noviembre de 2019.
La decisión se enmarca en la ruptura entre el Imperio otomano y la creación de la República de Turquía en 1923. Su padre fundador, Mustafá Kemal Atatürk, quiso imbuirla de un fuerte laicismo a la francesa. En este contexto, se optó por secularizar edificios importantes que habían estado en manos tanto cristianas como musulmanas, abriéndolos a todos pero solo por su valor artístico. Es lo que ocurrió también con Santa Sofía en 1935.
Esta política contrasta con algunos gestos hacia los cristianos. Por ejemplo, en octubre de 2023 Erdogan inauguró la primera iglesia construida en el país desde el año 1923. También fue en Estambul, pero se trataba de un nuevo templo para la comunidad siro-ortodoxa, dedicado a San Efrén.