Francisco pide a los jueces del Tribunal de la Rota estar libres de «todo prejuicio» - Alfa y Omega

Francisco pide a los jueces del Tribunal de la Rota estar libres de «todo prejuicio»

Según Francisco, «esto implica liberarse tanto del rigorismo de quien exigiría una certeza absoluta como de una actitud inspirada en la falsa convicción de que la mejor respuesta sea siempre la nulidad»

Redacción
Un momento del encuentro
Un momento del encuentro. Foto: CNS.

El Papa ha advertido a los jueces del Tribunal de la Rota que «el discernimiento» sobre la nulidad o no matrimonial es «una gran responsabilidad» porque afecta a «la vida de las personas». Por ello, Francisco ha pedido desarrollar los procesos sin ningún tipo de «prejuicio», tanto a favor como en contra de la declaración de nulidad. «Esto implica liberarse tanto del rigorismo de quien exigiría una certeza absoluta como de una actitud inspirada en la falsa convicción de que la mejor respuesta sea siempre la nulidad», ha dicho el Pontífice durante la apertura en el Vaticano del año judicial del Tribunal de la Rota.

Francisco impulsó en 2015 la reforma sobre la nulidad matrimonial, que ponía fin a un procedimiento de hace 300 años, con la introducción de un «proceso breve» y «gratuito» para poder conseguirla. En su intervención de este jueves, el Papa ha defendido este cambio como parte de «la reforma de los procesos judiciales en curso». Ha explicado que se inspira en «la misericordia hacia los fieles que se encuentran en situaciones problemáticas».

En cualquier caso, «la supresión del requisito de la doble sentencia conforme en las causas de nulidad, la introducción del proceso más breve ante el obispo diocesano, así como el esfuerzo por racionalizar y hacer más accesible el trabajo de los tribunales, no debe dar lugar a malentendidos», ha subrayado el Santo Padre. «Nunca debe faltar la exigencia de servir a los fieles con un ministerio que les ayude a saber la verdad sobre su matrimonio».

Por último, el Santo Padre ha asegurado que la finalidad de todos los cambios que ha impulsado no es «favorecer la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos» para que «el corazón de los fieles que esperan el esclarecimiento de su estado no sea oprimido por largo tiempo por las tinieblas de la duda».