La conclusión de los responsables del Sínodo: «Hemos ganado espacios»
Mario Grech y Jean-Claude Hollerich han valorado los días de trabajo en el Sínodo. Al principio «algunos obispos no estaban contentos», pero se ha llegado a consensos
«Para mí este Sínodo se quedará en la memoria como un Sínodo en el que hemos ganado espacios», ha dicho el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo que se ha celebrado desde el 4 de octubre con el lema Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión, en la rueda de prensa donde se ha presentado la síntesis de su XVI Asamblea General Ordinaria. Según el cardenal maltés, esta apertura de espacios no se debe solo a que sus participantes se reunieran en la amplia Aula Pablo VI. También porque, «al ser esta una experiencia de escucha, he visto que la mayor parte de los participantes ha creado espacios para que los demás entren en su corazón».
Grech ha confesado cómo un obispo que prefiere pasar desapercibido se le acercó en los primeros días de asamblea para decirle: «Don Mario, estoy viendo cómo se derrite el hielo». Según el secretario general del Sínodo, «en el primer encuentro era difícil comunicar, pero después la gente se derritió como hielo por la generosidad de los miembros que han creado cada uno un espacio para el otro». «Es un fruto de la experiencia sinodal que no termina hoy sino que continuará».
El pupurado maltés ha celebrado que «la Iglesia está en salida y está creando espacio para todos, no se excluye a nadie». En opinión del Grech, esta actitud no se trata tanto de una decisión sino de la propia esencia de la Iglesia. «Estamos intentando vivir el Evangelio para que nadie se sienta fuera de su propia casa». Al final de su intervención, ha recalcado cómo en la última sesión del Sínodo «había una alegría tremenda que uno podía tocar con la mano».
Al principio «algunos obispos no estaban contentos»
Jean-Claude Hollerich, relator general del Sínodo, ha confesado que durante el retiro en Sacrofano previo a la asamblea, «algunos obispos no estaban contentos». Pero ha matizado que «después del retiro cambiaron porque les conmovió lo que allí se dijo». El luxemburgués ha celebrado que, tras orar con el resto de participantes, estos prelados entraron en la asamblea «con una actitud muy diferente para trabajar».
Hollerich cree que la reunión en círculos menores y la metodología de conversación en el Espíritu han sido claves para lograr el cambio. «Que te cambies de mesa y estés con gente diferente provoca que seamos una gran comunidad, que seamos realmente discípulos de Jesús; y como discípulos de Jesús tenemos que hacer como él haría».
Al final de su intervención, el jesuita ha pronosticado que los 464 participantes en el Sínodo «se irán a casa con el corazón lleno de esperanza». «Ya tengo un montón de ganas de volver a verlos el año que viene», ha revelado de cara a la Asamblea General que tendrá lugar en Roma en octubre de 2024.
El Papa da las gracias «a los escondidos»
«Quiero recordar que el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo», ha dicho el Papa en la clausura el 28 de octubre de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la sinodalidad. Francisco ha agradecido «el trabajo de todos y cada uno», especialmente del cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, «que anoche no durmió».
También ha dedicado unas palabras «a los escondidos, a los que están aquí atrás, que no vemos». El Papa ha cerrado su intervención dando «gracias de corazón a todos» y, sabiendo del cansancio de los miembros del Sínodo y el cambio de hora previsto en la madrugada del 29 de octubre, se ha despedido de ellos bromeando: «No olviden atrasar el reloj».