Alistair Dutton: «Ha sido una llamada necesaria para reparar Caritas Internationalis»
Este laico escocés es el nuevo secretario general de la institución, que deberá guiarla junto al arzobispo de Tokio tras los abusos de poder en la gestión de personal
¿Cómo ha recibido este nombramiento?
Me siento muy honrado. Cáritas ha sido mi casa, mi familia y mi vocación durante casi tres décadas.
¿Cómo le ayudará su experiencia en esta nueva labor?
Empecé trabajando como novicio jesuita con refugiados. He liderado muchos de los programas de respuesta a las grandes emergencias de los últimos 20 años: el terremoto de Haití, la crisis de Darfur, la guerra de Irak… He trabajado en más de 70 países y sé bien cómo trabaja Cáritas en programas a largo plazo para sacar a las personas de la pobreza. También tengo experiencia en campañas de presión y de incidencia a nivel político para acabar con las injusticias en el mundo, que están en su mayoría causadas por estructuras que oprimen. Además, durante los últimos nueve años fui el director ejecutivo de Cáritas Escocia.
¿Tiene una hoja de ruta clara?
Hemos pasado la última semana discutiendo y acordando cuáles serán nuestras prioridades hasta 2030. La Asamblea General se ha desarrollado en un ambiente de confianza, porque somos una gran familia. Quiero seguir construyendo ese sentimiento de unidad. Tengo claro que, como director ejecutivo de la oficina central, tengo que servir a todos los miembros de las organizaciones nacionales de Cáritas en los 162 países donde estamos radicados. Además, trabajaré en estrecha colaboración con todas las oficinas de la Santa Sede y con el Santo Padre para cerciorarme de que Cáritas sea realmente una expresión de la compasión y del amor de la Iglesia por los más pobres y marginados. Tenemos que estar dispuestos a estar sucios y magullados; a trabajar en lugares difíciles de los que saldremos con moratones.
Hablemos también de los retos a los que se enfrentará.
El principal es la creciente desigualdad. De toda la riqueza que se ha creado en los últimos tres años, el 10 % más rico se ha llevado dos tercios de ella. La brecha entre los que más tienen y los que menos es cada vez mayor. El segundo reto son los conflictos. Son cada vez más y más complejos. Y el tercer ámbito es la crisis climática. Es una cuestión de justicia que ayudemos a los más perjudicados tras haber estado quemando combustibles fósiles desde la revolución industrial.
Se convierte en secretario general de Caritas Internationalis seis meses después de que el Papa forzara su intervención y despidiera a toda la cúpula directiva. ¿Qué se puede aprender de este capítulo gris?
En primer lugar, en Cáritas estamos muy agradecidos por la atención y el cuidado que el Santo Padre ha mostrado hacia la confederación y a nuestra misión. Ha sido una situación difícil, pero a la vez una llamada necesaria para reparar y poner a punto un órgano que es esencial para toda la Iglesia. En todo caso, nuestra esencia, lo que somos, permanece inalterado. En las reuniones de la Asamblea General ha primado un verdadero sentido de inclusión para avanzar juntos en ese propósito.
¿Qué medidas se van a poner en marcha en relación con la gestión del personal?
Esta nueva gestión pasa por tratar de escuchar y entender dónde estamos en este momento. Me he comprometido a poner en valor las diferentes perspectivas y posiciones para encontrar las oportunidades. Tenemos que aprovechar la energía, la creatividad y la pasión del equipo que tenemos aquí en Roma; crear consensos y fomentar un espíritu de reconciliación para que todo el mundo se sienta realmente parte importante de esta familia. Es necesario que todos adquieran un entusiasmo renovado.