A la luz de su mirada es un libro rompedor; algo diferente a lo que estábamos hasta ahora acostumbrados: es el fruto de un obispo dispuesto a coger el toro por los cuernos y a hablar de un sacramento fundamental para la vida de un cristiano. Y esto es algo —habrá que reconocer— que, por desgracia, se ha descuidado en no pocas diócesis, parroquias, colegios o asociaciones.
El libro es un intento más que brillante de recuperar el sacramento de la Confesión, el sacramento de la Reconciliación, el sacramento del Perdón.
«El examen de conciencia hecho según el espíritu de la conversión cristiana, no tiene nada que ver con una tendencia morbosa a la introspección…, ni tan siquiera con la búsqueda de un purismo o de un perfeccionismo humano»; sino más bien de un conocerse a sí mismo como Dios nos conoce, explica el obispo de San Sebastián.
La realidad es que, «cuanto más lejos nos encontramos de Dios, menos pecadores nos sentimos»; y, «en la medida que avanzamos en el camino de la santidad, mayor conciencia tenemos de nuestra condición pecadora», añade.
Y dice también: «Cuanto más lejos de Dios está el hombre, más fácilmente es víctima de una lectura desesperanzada de sí mismo y de la realidad que le rodea.
Y, por el contrario, cuanto más cerca nos hallamos de Dios, más motivos encontramos para darle gracias por tantas cosas buenas como ha hecho en nosotros».
Ante todo, partamos de un hecho: «Dios no nos ama porque seamos santos, sino que estamos llamados a ser santos porque Él nos ama».
Eso lleva al obispo monseñor Munilla a afirmar que el examen de conciencia nunca puede separarse de la contricción, es decir, de la conciencia viva de que Dios nos ama personalmente y de que nuestro pecado es, en esencia, que el Amor no es amado, lo que conlleva la infelicidad propia y la de los que nos rodean. Por eso mismo, afirma sin dudar, que «hacer memoria de nuestros pecados, debiera ser sinónimo de ensalzar la misericordia de Dios».
Este libro es un canto a la reconciliación, a la conversión, al encuentro personal con Cristo, y por eso monseñor José Ignacio Munilla nos ofrece tres cuestionarios para ayudarnos a preparar una buena confesión. El primero está basado en un repaso de los Diez Mandamientos; hay un segundo dedicado a los sacerdotes, tanto en su condición de ovejas como de pastores de un rebaño; y en un tercero cuestionario, se recorre, capítulo a capítulo, todo el evangelio de San Mateo, profundizando directamente en la palabra de Cristo, a la hora de reconsiderar nuestra vida a la luz de su mirada.