El Papa expresa su preocupación por Rolando Álvarez

El Papa Francisco se ha referido durante el rezo del ángelus de este domingo a la situación del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, una de las víctimas de la persecución del régimen de Ortega-Murillo. Fue condenado por los tribunales de Nicaragua a 26 años y cuatro meses de prisión por «tradición a la patria».

«No puedo dejar de recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de prisión, y también a las personas que fueron deportadas a Estados Unidos. Rezo por ellos y por todos los que sufren en ese querido país. Y os pido vuestras oraciones», ha asegurado el Papa desde la ventana de su estudio en el palacio apostólico.

Los movimientos diplomáticos en Nicaragua son difíciles. A la vuelta de su viaje a Kazajistán, el Papa, preguntado por los periodistas, aseguró que el diálogo estaba abierto, aunque eso no significaba «que se apruebe todo lo que hace el Gobierno o se desapruebe todo». «No. Hay diálogo y cuando hay diálogo hay necesidad de resolver los problemas», añadía.

También desveló entonces que no había tenido posibilidad de hablar personalmente con el obispo de Matagalpa, por aquellos días en arresto domiciliario después de los episodios del mes de agosto, cuando fue retenido en la catedral junto a otros sacerdotes y laicos.

Este domingo, Francisco ha pedido oraciones por la situación en el país y también ha solicitado la intercesión de la Virgen María para «que abra el corazón de los dirigentes políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz que nace de la verdad, la justicia, la libertad y el amor y que se logra mediante el ejercicio paciente del diálogo».

La inconmensurable tragedia en Turquía y Siria también ha estado entre los llamamientos del Papa de este domingo. Ha animado a sostener con la oración y la acción a los damnificados por la catástrofe. Tampoco este domingo se ha olvidado de Ucrania, cuando en apenas doce días se cumplirá un año de la agresión rusa.

En su catequesis previa a la oración mariana, el Papa ha recordado la importancia de vivir según el amor y no según la ley. «Jesús nos hace comprender que las reglas religiosas son útiles, son buenas, pero son solo el inicio. Para darles cumplimiento, es necesario ir más allá de la letra y vivir su sentido. Los mandamientos que Dios nos ha dado no deben encerrarse en las cajas fuertes asfixiantes de la observancia formal, pues de lo contrario nos quedamos en una religiosidad externa y desapegada, siervos de un dios amo en lugar de hijos de Dios Padre», ha explicado.