El Papa al Pontificio Instituto Juan Pablo II: «La familia no es una ideología»

El Papa ha arremetido contra las ideologías que «destruyen» la familia y ha constatado que no se puede esperar a que sea «perfecta». Lo ha hecho este lunes en una audiencia con la comunidad académica del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, liderados por Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida.

«Cuidado con las ideologías: la familia no es una ideología, es una realidad. Cuando las ideologías vienen a delinear la familia, lo destruyen todo. La familia está formada por un hombre y una mujer que se aman y crean. Para entender a la familia, hay que ir siempre a lo concreto: las ideologías arruinan, se mezclan y hacen un camino de destrucción», ha dicho el Pontífice en su discurso.

Francisco ha asegurado que la «calidad del matrimonio y de la familia» depende en realidad de «la calidad del amor» de la persona individual y los vínculos de la propia comunidad. Así, ha instado a la Iglesia a «retomar el hilo de la irradiación de todos los componentes del amor familiar —no solo el de la pareja— y para toda la sociedad».

Asimismo, ha asegurado que es «responsabilidad tanto del Estado como de la Iglesia» escuchar a las familias, con vistas a una «proximidad amorosa, solidaria y eficaz». Por ello, ha instado a apoyarlas en el trabajo «que ya hacen por todos», alentando su «vocación por un mundo más humano, es decir, más solidario y más fraterno». «Hay que salvaguardar la familia, pero no aprisionarla: hacerla crecer como debe crecer», ha apostillado.

Del mismo modo, recordado que no hay que esperar a que la familia sea perfecta para cuidar su vocación y alentar su misión. «El matrimonio y la familia siempre tendrán imperfecciones, de lo contrario estaríamos en el cielo», ha explicado.

Por otro lado, el Pontífice ha advertido de que la sociedad está «llena de grietas» y ha subrayado que «depende de la alegría redescubierta de la aventura familiar inspirada por Dios». En su discurso ante estudiantes y miembros del Pontificio Instituto Juan Pablo II ha traído a colación el consejo que siempre da a los matrimonios jóvenes: «Si queréis discutir, haced lo que queráis, pero lo esencial es hacer las paces antes de que se acabe el día. De lo contrario, la guerra fría del día siguiente es peligrosa».