Francisco a las familias: «Vuestras historias han sido como amplificadores» - Alfa y Omega

Francisco a las familias: «Vuestras historias han sido como amplificadores»

Miles de familias se dieron cita la semana pasada en el Vaticano para reflexionar juntas sobre las debilidades y fortalezas a las que se enfrentan y cuál es la respuesta de la Iglesia

Cristina Sánchez Aguilar
El Santo Padre besa a un bebé antes de la Misa conclusiva, el 25 de junio. Foto: CNS.

La plaza de San Pedro se convirtió la pasada semana en un pequeño crisol de lenguas y razas: niños de todas partes del mundo correteaban bajo el férreo sol romano; madres buscaban sombra en los soportales para amamantar a sus bebés; abuelos comían un túper de pasta apoyados contra una pared; sacerdotes acompañaban a las familias a su gran encuentro, tan deseado tras ser pospuesto por la pandemia de la COVID-19; una decena de matrimonios de Chile, uniformados con pañuelo rojo, entonaban emocionados una canción patria. «Escuchar los testimonios de otras familias nos anima y nos invita a luchar por hacernos presentes en medio de los aconteceres de cada día, de los sufrimientos y de las alegrías», aseguraba un matrimonio que acompañaba a Nicolás Nava, presidente de la Comisión Episcopal de Familia de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Francisco preside el Festival de las Familias el 22 de junio. Foto: CNS.

Desde el miércoles 22 de junio y hasta el sábado 25, el Vaticano acogió el X Encuentro Mundial de las Familias, en el que se han sucedido testimonios nada usuales. Como el de Luigi y Serena, una pareja italiana con cuatro hijos. Ellos no están casados, pero tenían claro que querían bautizar a sus hijos, lo que poco a poco les ha llevado a «reavivar nuestra fe dormida» y que nazca en ellos con fuerza el deseo de recibir el sacramento del Matrimonio. Eso sí, Serena no ocultó su amargura por la dificultad para encontrar una comunidad capaz de acogerlos como la familia que son, aunque no estén casados. Francisco les respondió: «Es duro escuchar esto. Esto nos debe hacer reflexionar. Debemos convertirnos y caminar como Iglesia acogedora, para que nuestras diócesis y parroquias sean, cada vez más, comunidades que sostienen a todos con los brazos abiertos». Este intercambio tuvo lugar en el Festival de las Familias, con el que arrancó el encuentro internacional en el Aula Pablo VI. Junto ellos, contaron su historia Paul y Germain, de la República Democrática del Congo. Después de 27 años de matrimonio, ella descubrió que su marido era infiel y que derrochaba el dinero de la familia. Paul, además, es el presidente de los diputados católicos de su país y un artista afamado de música cristiana. «Yo me fui a casa de mi hermana y le dejé con nuestros tres hijos; quería divorciarme, pero gracias a una asociación congoleña de laicos centrada en la vida familiar logramos reconciliarnos». Y allí estaban, juntos, hablando ante el Papa.

No se olvidó el Vaticano de las familias de Ucrania. Por eso contactaron en directo con una que acude a una parroquia en Kiev, y también dieron testimonio una madre y una hija que —con un italiano perfecto tan solo después de dos meses en el país— agradecieron públicamente la acogida a su familia adoptiva, una pareja joven del Camino Neocatecumenal con seis hijos.

Participantes de la delegación oficial española. Foto: Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Estos días en Roma hablaron familias en la que se sufre violencia, en las que hay adicciones, en las que uno de los cónyuges no tiene fe; familias que no pueden tener hijos y que animan a otras a adoptar o acoger, y familias que, pudiendo tenerlos, hacen este ofrecimiento. También familias tocadas por el dolor, como la de los padres de Chiara Corbella, sierva de Dios desde 2018 y que falleció por no tratarse un cáncer mientras estaba embarazada de Francesco, que ahora tiene 11 años. Esta pareja contó su historia frente al Papa, llena de sufrimiento pero también de esperanza, ya que el testimonio de su hija ha dado la vuelta al mundo. «Vuestras historias han sido como amplificadores, habéis dado voz a la experiencia de muchas familias que, como vosotros, experimentan las mismas alegrías, inquietudes, los mismos sufrimientos y esperanzas», dijo Francisco a los presentes.

«Esta es la clave de lo que hemos vivido estos días, la esperanza», asegura Miguel Garrigós, responsable de la pastoral familiar en la Conferencia Episcopal, que ha acompañado a las 87 personas de la delegación oficial española, «aunque han venido otras muchas familias».

Varias parejas españolas tuvieron un papel relevante en el encuentro. Como Álvaro Medina y María Rosario García, que hablaron del rol de los abuelos. Ellos tienen ocho nietos y una bisnieta, y Medina es el presidente general del movimiento Vida Ascendente. Contaron la historia de uno de sus nietos, quien les pidió ser bautizado para que Dios le escuchara mejor cuando rezaba por la enfermedad de su madre. «Poco a poco los abuelos vamos transmitiendo esa semillita», asegura Medina, cuyo padre, por cierto, estuvo seis años en la cárcel tras participar en la persecución religiosa de los años 30 en España. Pero cuando nació su hijo y contrajo una pulmonía, pidió a Dios que lo curase. Y lo hizo. «Y mi padre se convirtió».

Eduardo de la Paz y Mónica González dan su testimonio en el Aula Pablo VI el 23 de junio. Foto: EMF.

Otra de las ponencias del encuentro corrió a cargo de Eduardo de la Paz y Mónica González, delegados de Pastoral Familiar de la archidiócesis de Toledo, que están desarrollando un proyecto de acompañamiento en los primeros años de matrimonio, una de las reivindicaciones más repetidas por las familias presentes. «Nos casamos en una sociedad hedonista, individualista y relativista, donde se nos transmiten ideas sobre relaciones amorosas, sexualidad, dinero, placer…». Por eso, señalan, «necesitamos luz» y por eso han puesto en marcha FamilyRock, para trabajar la Amoris laetitia con los recién casados. «Seguid adelante con esta apuesta valiente. Habrá momentos difíciles, pero adelante siempre», recalcó el Papa en la Misa conclusiva el pasado sábado. La próxima gran reunión de las familias con el Pontífice será en Roma, en el contexto del Jubileo del 2025. Y el XI Encuentro Mundial se celebrará en el año 2028, aunque todavía no se conoce en qué ciudad.

Francisco en Canadá

La Santa Sede hizo público el pasado jueves el programa del viaje apostólico que el Papa realizará a Canadá, del domingo 24 al sábado 30 de julio. La primera parada será en Maskwacis, donde se encontrará con las poblaciones indígenas first nations, métis e inuit. El martes presidirá la Santa Misa en el Commonwealth Stadium de Edmonton y la liturgia de la Palabra en el Lac Ste Anne Pilgrimage. Al día siguiente pondrá rumbo a Quebec, donde se reunirá con el gobernador y el primer ministro. Ese mismo día tendrá lugar el encuentro con las autoridades civiles. En Quebec también presidirá la Misa en el santuario de Sainte Anne de Beaupré, y mantendrá un encuentro con religiosos y agentes de pastoral en la catedral de Notre Dame. El 29 de julio verá en privado con los miembros de la Compañía de Jesús y viajará hasta Iqaluit para reunirse con alumnos de las ex escuelas residenciales, y concluirá su visita junto a jóvenes y ancianos.

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