Los viajes del Papa llegan al Festival de Venecia
El director que ganó el Oso de Oro con Fuocoammare presenta en Venecia el documental In viaggio que resume las visitas de Francisco
El Papa eligió la última frontera de Europa para su primer viaje. Lampedusa era y es la periferia olvidada en la que continúan muriendo los desesperados que lo arriesgan todo por un futuro mejor. Toda una declaración de intenciones. Ese grito contra la indiferencia ha sido el mapa que ha guiado sus pasos por el mundo; sobre todo, por las zonas donde abunda el dolor y escasean las oportunidades. El documental In viaggio —que se proyectó fuera de concurso en el Festival de Venecia— sintetiza en hora y media los 37 viajes a 59 países que el Santo Padre ha realizado hasta ahora.
Gianfranco Rosi, que ganó el Oso de Oro de la Berlinare con Fuocoammare recorre las heridas abiertas por la pobreza, la migración o la guerra de la mano del anciano que viste de blanco y se pone siempre del lado de los desamparados. Fue precisamente el documental sobre el desembarco de inmigrantes en Lampedusa el que propició un encuentro con el Papa: «Me llamó para que me reuniera con él», ha contado Rosi a la prensa. Después pudo seguirlo —cámara en mano— en dos viajes: el de julio a Canadá y el del pasado abril a Malta, donde incluso lo filmó orando por la paz en la gruta de San Pablo en Rabat: «Se suponía que era el final de la película, pero, como la guerra en Ucrania sigue abierta, la película también lo está. Quiero seguir esta guerra a través de los ojos del Papa. Y estoy dispuesto a seguirlo en todos sus futuros viajes».
Francisco, en realidad, no dice nada nuevo. Todos son discursos del pasado, pero sus palabras resuenan con tanta fuerza en la pantalla como la primera vez que las pronunció. «Comprar armas diciendo que es para defenderse representa un esquema de guerra», exclama en un ataque directo a una de las industrias más potentes del mercado. «La cultura del descarte usa y tira a la gente», dice incisivo en defensa de los más vulnerables.
Pero quizá una de las frases más bellas —pronunciadas con su inconfundible acento porteño— es la que abre el documental: «Buscá horizontes, abríte. Soñá cosas grandes. Como decimos en Argentina, no te arrugués». Un mensaje de esperanza que asoma por las maltrechas favelas de Río, en el Senado de Estados Unidos, en las jubilosas calles de Cuba, en una mezquita de la República Centroafricana o en una cárcel mexicana. Y con el que consigue transformar a quienes lo escuchan en pequeños héroes.
El documental sigue un esquema muy sencillo. El espectador observa lo que ve el Papa y escucha lo que dice. Para poder realizarlo, Rosi tuvo que pedir ayuda al Vaticano, que le entregó —sin poner líneas rojas— 800 horas grabadas de material de archivo sobre los viajes.
La productora, Donatella Palermo, ha dejado claro que In viaggio —que llegará a los cines el 4 de octubre— no ha sido un encargo en absoluto, sino un deseo de «contar el mundo a través de los ojos de Francisco». El resultado es el retrato de un Pontífice humano, entregado a Dios y a las penas ajenas, a veces contradictorio, pero siempre coherente.
Gianfranco Rosi
Italia
2022
Documental
Pendiente de calificación