Pop cofrade para acercar la Semana Santa a los jóvenes
Señor Gañán es el creador de este estilo musical, que trata de modernizar la música de Semana Santa desde la calidad, porque «sin esta, se puede generar el efecto contrario y los jóvenes te pueden rechazar»
El nombre artístico de Pablo Gañán es toda una declaración de intenciones. «La palabra gañán tienen hoy una connotación negativa», en buena medida por culpa de los afamados cómicos de La hora chanante, pero «en realidad un gañán, según la RAE, es un mozo de labranza». Es decir, «una persona de campo, humilde, honesta, trabajadora… Así que cuando empecé a tener algo de repercusión, quise utilizarla para reivindicar todos estos valores y me empecé a hacer llamar Señor Gañán», explica.
Lo de ir a contracorriente es marca de la casa, porque Señor Gañán es el creador de un nuevo estilo musical, el pop cofrade, que trata de modernizar algo tan tradicional como la música de cofradía. «Se trata de adaptar las sensaciones fuertes que sentimos con la música de nuestros actos devocionales de la Semana Santa a un formato de música universal, como es el pop», explica. Pero el objetivo no es el arte, sino la fe. «No hablo directamente del Señor, pero revisto mis canciones de todos esos valores cristianos, como son la paz y la humildad, para poder llegar a todo el mundo. Esa es básicamente la misión: asentar esos valores cristianos en los que ya creemos en ellos y ofrecérselos a quien no los tiene».
El propósito es más necesario que nunca porque, según Señor Gañán, hoy hay un rechazo contra los católicos, sus creencias y su modo de vida. «No es un rechazo natural. Nadie en su sano juicio desprecia cosas como la misericordia o la solidaridad». Es, más bien, un ataque. «Muchos poderes fácticos, mediáticos y políticos, lanzan a sus hordas en contra de esos valores, llegando incluso a criminalizarlos y ridiculizarlos, para luego ellos implantar otros que les parecen más modernos».
Estas prácticas han contribuido a que muchas personas, sobre todo jóvenes, se alejen de la Iglesia y de Dios. «Los chicos comulgan con lo que reciben en casa, pero luego la presión de la calle, donde incluso se les llama pringados, los impulsa a avergonzarse de lo que creen». Frente a todo ello, Señor Gañán afirma con orgullo: Yo sí creo, como se titula una de sus canciones y de sus discos. De esta forma, el artista aspira a convertirse en un referente para todos ellos, «que puedan conectar con un músico con su mismo estilo de vida», para que así «el mensaje de la Palabra les llegue con agrado y no la rechacen».
Para ser escuchado, sin embargo, Pablo es consciente de que hay una premisa innegociable: la calidad. «Sin esta, se puede generar el efecto contrario. Si ya la calle te dice que tus creencias son ridículas, si encima la propuesta de los católicos es cutre, pues se da un doble ridículo y los jóvenes lo van a rechazar. Nadie quiere ser doblemente ridículo». Por eso, Señor Gañán, que se ha formado en sitios como Miami o La Habana, y ha actuado incluso en La Moncloa frente al presidente del Gobierno o ante la familia Koplowitz, analizó «todos los factores sonoros y literarios para lograr el producto perfecto. La reacción ha sido estupenda», asegura. Y no solo en Andalucía; el pop cofrade de Señor Gañán ha llegado hasta Ferrol, Valencia, Castelldefels, Asturias, Murcia o Albacete, con gran éxito de público. El último concierto tuvo lugar el pasado sábado, 26 de marzo, en su Sevilla natal. Un concierto con el que cerró la temporada de Cuaresma para centrarse en la Semana Santa, pero no como cantante. «Soy hermano de cuatro cofradías, aunque la que llevo en el corazón desde pequeñito es a la Hermandad de Los Panaderos y a la imagen de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento», que fue la protagonista del vía crucis conjunto que se celebró el lunes 7 de marzo entre todas las hermandades de Sevilla. Poder llevar al Señor sobre sus hombros por las calles fue «uno de los momentos más grandes de mi vida», concluye Pablo Gañán.
La propuesta de Señor Gañán es única. «La verdad es que no conozco otros grupos que estén haciendo esto», reconoce Pablo. Lo que sí hay son artistas muy conocidos que empiezan a experimentar en este sentido. «Es el caso, por ejemplo, de C. Tangana, que en una de sus canciones más famosas —Demasiadas mujeres— metió un trozo de una marcha cofrade». El autor de esos acordes es Sergio Larrinaga, Larry, que falleció hace poco más de un año y que fue homenajeado por El madrileño en el concierto que dio el pasado 5 de marzo en la capital. «Murió en febrero del 2021 de un shock cardiógeno con la Biblia en la mano abierta por el libro del profeta Jeremías», revela Eloísa, madre de Larry y supernumeraria del Opus Dei. «Él no era mucho de ir a Misa, pero yo pedía todos los días por la conversión de mi hijo Sergio, y en los últimos tres años empezó a despertar». De hecho, «de vez en cuando me hacía una foto y la colgaba en redes diciendo: “Con mi madre del alma, que me tiene puesto todos los días en la patena del altar”».
Con la llamada de C. Tangana, Larry «estaba entusiasmado». En aquel momento «le estaban contactando de muchos sitios y estaba haciendo cosas» con otros artistas reconocidos, pero «esa propuesta superaba a todas las demás, aunque si te digo la verdad, yo entonces no tenía ni idea de quién era el ceta tanganas ese». Sergio viajó a Madrid en julio de 2020 para la grabación del videoclip, «aunque no lo pudo disfrutar del todo».