José Luis Gutiérrez, testigo del compromiso en la vida pública
Recibe este jueves el doctorado honoris causa por la Universidad CEU San Pablo tras más de seis décadas vinculado a la Asociación Católica de Propagandistas y a muchas de sus obras
Cerca ya del centenario, José Luis Gutiérrez García recibe este jueves el honoris causa por la Universidad CEU San Pablo. Él, que reconoce que nunca tuvo tiempo para preparar un doctorado aunque quiso hacerlo cuando terminó Derecho en la Universidad Complutense, ve ahora cómo llega en forma de reconocimiento a toda una vida dedicada a llevar la fe cristiana a la vida pública. Un reconocimiento del que huye cuando conversa por teléfono con Alfa y Omega: «El destinatario auténtico de esta distinción no soy yo, es una institución, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), en la cual he estado trabajando, a la que pertenezco y con la que estoy identificado. Me ha interesado tanto trabajar y contribuir a la finalidad de la ACdP, que es la cristianización de la vida pública española, que no he tenido tiempo para otra cosa».
Para quien no lo conozca, José Luis Gutiérrez García es historia viva de la ACdP, en la que lleva implicado 60 años, y en la que ha ocupado numerosos cargos. El de secretario general y el de consejero nacional, entre otros. Ha conocido a todos sus presidentes, también a Ángel Herrera Oria, que lo llamó para colaborar con él cuando estudiaba Derecho. Así lo recuerda: «Recibí una llamada personal para que fuera a verlo a Málaga y desde aquel momento quedé en las redes beneficiosas de Ángel Herrera, una de las grandes figuras de la España del siglo pasado». «He estado trabajando con él en muchas ocasiones y en grandes obras y he procurado ser discípulo, en lo posible, aventajado. Me identifiqué con él y pienso que se sentía perfectamente secundado por mí».
El trabajo de José Luis Gutiérrez se desarrolló en varios ámbitos: la doctrina social de la Iglesia, el periodismo, la edición y la investigación. En doctrina social de la Iglesia es uno de los grandes expertos de nuestro país. Fue investigador y estudioso del magisterio social en diferentes instituciones, un trabajo que ha dado frutos bibliográficos muy reconocidos como la Introducción a la doctrina social de la Iglesia, publicada en Ariel, o especialmente sugerentes, como la pequeña obra Convergencias con la doctrina social de la Iglesia, donde expone las coincidencias con autores de la talla de Homero, Cicerón, Chesterton, Huxley… Reconoce que ha sido «uno de los grandes sectores» en los que ha trabajado, en contacto con el magisterio pontificio. Porque ha conocido a ocho Papas: «Desde Pío XI hasta el Papa Francisco. Ocho grandes figuras, auténticos gigantes… Por consiguiente, he sido discípulo y expositor del magisterio de unos grandes rectores de la Iglesia católica».
Enseñanzas que, en su opinión, «hoy son más importantes que ayer», pues se ven «combatidas por una serie de ideologías que intentan eliminar del horizonte humano la gran realidad suprema que es Dios y Cristo, que nunca podrá borrarse de la humanidad».
De periodista a editor
En su presencia pública, José Luis Gutiérrez también tuvo un papel importante en el periodismo. De hecho, formó parte del consejo de redacción del diario Ya durante diez años, ejerciendo la labor de editorialista. De periodista pasó a ser editor y director de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), donde sacó adelante cientos de publicaciones.
Su última gran aportación tiene como protagonista a su querida ACdP, cuya historia ha reconstruido bibliográficamente y plasmado en una serie de volúmenes, algunos elaborados por él mismo. También ha recopilado los escritos de los fundadores e investigado y difundido las aportaciones de grandes figuras que surgieron en su seno.
—Habiendo vivido todo esto, ¿qué significa para usted la ACdP?
—El cauce permanente de mi contribución a la orientación correcta de la vida pública en España y de la vida intensa en el seno de la Iglesia.
Natural de Cádiz, donde nació en 1922, en la vida de Gutiérrez tuvieron un gran impacto sus años en el colegio San Felipe Neri, de los marianistas. Allí se acercó a los documentos pontificios y forjó su interés por la doctrina social. Otra influencia fueron los jesuitas, con quienes siguió ahondando en esta materia en Barcelona.
Todo este bagaje lo pondría en práctica en la ACdP. También en el Vaticano, donde fue miembro del Pontificio Consejo para la Familia. Tal labor le valió la cruz de la Orden de San Gregorio Magno.