La otra cara del Mundial de Brasil
Dentro de pocos días comienza el mundial de fútbol de Brasil. Millones de personas en todo el mundo están esperando que empiece el evento futbolístico más importante a nivel mundial. Pero parte de la sociedad brasileña clama contra el despilfarro de dinero. El Gobierno ha gastado miles de millones de euros en la organización del campeonato pero no invierte tanto en campos como la educación, la salud o el transporte. También han saltado las protestas en internet
El 12 de junio comenzará el tan esperado Mundial de Fútbol que, este año, se celebrará en Brasil. Tan esperado por unos y tan atacado por otros. Mientras cientos de miles de personas cuentan las horas y los minutos para que el balón empiece a rodar, otros cientos de miles de personas, en Brasil, protestan por el despilfarro de dinero para que este torneo se pueda disputar.
El Gobierno de Brasil ha gastado miles de millones de euros para que se pueda celebrar tanto la Copa Confederaciones como el Mundial de Fútbol 2014. Y esto es precisamente lo que critica una parte de la sociedad brasileña, el inmenso gasto producido por el fútbol, en comparación con las inversiones del Gobierno en campos como la educación, la salud o el transporte.
Según los manifestantes, transportarse en Brasil es caro y complejo. Las habitaciones de hotel son también caras y escasas. Otro de los problemas es la violencia. Los datos apuntan a que hay 10 homicidios por cada 100.000 habitantes.
A pocos días de que comience el campeonato del mundo y de que lleguen a Brasil unos 600.000 turistas extranjeros, las protestas también se extienden por internet. «Cada vez que se habla del Mundial de Fútbol, solo se piensa en la fiesta inaugural y en la majestuosidad de cada uno de sus estadios, pero no se había reparado en detalles como corrupción, sobrecostos, desalojos, violación a los derechos humanos…», explica Chechu García a través de su canal de Youtube.
Como Chechu, cámara y editor audiovisual, son muchos los usuarios de internet que han querido sumarse a las protestas de los brasileños. Vídeos, post, tweet, comentarios criticando a la organización del mundial compiten con los otros cientos de publicaciones que lo apoyan y ensalzan.