Se triplican las solicitudes de ayuda a Cáritas Madrid

Cáritas Diocesana de Madrid ha informado de que en las últimas semanas se han triplicado las solicitudes de ayuda por los efectos de la pandemia por COVID-19. La paralización de numerosos sectores económicos y la pérdida de los empleos de los que vivían muchas familias está generando un auténtico drama social.

«Es la primera vez que me veo en la necesidad de llamar a Cáritas, ya no me queda dinero ni comida». Así llega la gran parte de las personas acuden a Cáritas Diocesana de Madrid en busca de ayuda social por las conscuencias económicas y sociales de la pandemia por COVID-19. Porque, según ha informado esta semana la entidad eclesial, el 40 % de las personas que están llamando a Cáritas nunca lo habían hecho antes. Son ciudadanos que han perdido su empleo o negocio o han enfermado, y no tienen ahorros ni apoyo familiar para afrontar la crisis.

Otro de los datos relevantes es que el 85 % de las solicitudes son para la la cobertura de necesidades sociales, en su gran mayoría para alimentos, gastos de vivienda y medicinas. Sin esta ayuda, no podrían cubrirlas.

«La declaración del Estado de alarma por la emergencia del coronavirus ha dejado a muchas personas en una situación muy difícil. La Iglesia de Madrid, a través de Cáritas Diocesana, está ofreciendo una respuesta a las diferentes necesidades. Hemos reorientado toda nuestra actividad para cumplir los criterios de prevención y procurar una respuesta a las necesidades de aquellas personas especialmente afectadas por las consecuencias del COVID-19», ha señalado Cáritas Madrid en un comunicado.

En otro orden de cosas, Cáritas ha puesto el foco también en las personas que se encuentran solas, aunque no viven en una situación de exclusión o pobreza. Personas que necesitan acompañamiento porque han perdido a un familiar o tienen a uno enfermo. «La Iglesia de Madrid les está ofreciendo apoyo y escucha desde un servicio de acompañamiento telefónico en el que Cáritas Diocesana participa junto a la Delegación de Jóvenes, los Religiosos Camilos y el Servicio de Atención Religiosa Católica de Urgencia (SARCU)», ha explicado.

El despertar de la solidaridad

Como nota positiva, desde la entidad eclesial han reconocido que esta crisis ha despertado de nuevo la solidaridad «que parecía adormecida desde la salida de la crisis». «Gracias a la colaboración y solidaridad de centenares de personas voluntarias, comunidades, entidades colaboradoras, empresas y donantes, Cáritas Diocesana de Madrid está atendiendo el aumento de las demandas de atención. Su ayuda y generosidad nos está permitiendo seguir acompañando a las personas en situación de riesgo a quienes el coronavirus ha golpeado especialmente. Queremos agradecer todos los gestos de generosidad y llamar a la colaboración para seguir atendiendo a la emergencia social generada por el COVID-19», han añadido.