El Papa a los obispos de Madagascar: «Estad atentos, no dejéis al lobo entrar en el rebaño»
El Papa Francisco ha reflexionado ante los obispos de la Conferencia Episcopal de Madagascar sobre la necesidad de cuidar las vocaciones. «Por favor, estad atentos. No dejéis entrar al lobo en el rebaño», ha señalado para calificar como «lamentable» que en algunos países europeos el obispo tome a todo aquel que le dice que tiene vocación debido precisamente a la falta de éstas.
Durante el Encuentro que ha mantenido en la catedral de la Inmaculada Concepción de Andohalo de Antananarivo (Madagascar), en el marco de su 31° Viaje Apostólico a África, el Pontífice ha alterado también que ahora está de moda encontrarse con «sacerdotes jóvenes rígidos», que tienen una manera de ser rígida «a veces de museo». «Estad atentos y sabed que bajo toda rigidez existen graves problemas», ha señalado.
Así, ha recordado que es un deber «urgente» el acompañamiento y discernimiento, especialmente con respecto a las vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio, y que es fundamental para asegurar la autenticidad de estas vocaciones. «La formación de candidatos para el sacerdocio y la vida consagrada está precisamente destinada a asegurar una maduración y purificación de las intenciones», ha señalado.
En este sentido, ha defendido que la cara más bella de Iglesia es la «santidad» y ha asegurado que aprecia sus esfuerzos para formar auténticos obreros. Junto con ello, ha señalado que los sacerdotes deben encontrar en ellos padres siempre disponibles que saben cómo alentar y apoyar, que saben apreciar los esfuerzos y acompañar.
Por otro lado, ha asegurado que los pastores, acogiendo los aportes de las distintas ciencias, tienen derecho a emitir opiniones sobre todo aquello que afecte a la vida de las personas, ya que la tarea evangelizadora implica y exige una promoción integral de cada ser humano. «Por consiguiente -ha proseguido-, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos».
Además, el Pontífice ha resaltado la difícil tarea que los pastores de estas tierras tienen que afrontar medio de muchas contradicciones. «Una tierra rica y mucha pobreza; una cultura y una sabiduría heredada de los antepasados que nos hacen valorar la vida y la dignidad de la persona humana , pero también la constatación de la desigualdad y la corrupción», ha recalcado.
Así, ha recordado que los pastores son «sembradores que el que siembra lo hace con esperanza, esfuerzo y entrega personal», pero sabiendo que hay infinidad de factores que deben concurrir para que lo sembrado germine, crezca, se convierta en espiga y finalmente en trigo abundante. Francisco ha recalcado que los obispos están llamados a esparcir las semillas de la fe y la esperanza en esta tierra y para eso es necesario que desarrollen ese «olfato» que permita conocerla mejor y descubrir también lo que dificulta, obstruya o dañe lo sembrado.
En consecuencia, ha pedido a los pastores que no permanezcan indiferentes ante los desafíos que enfrentan sus conciudadanos de todas las categorías sociales, independientemente de sus denominaciones religiosas.
Así, ha subrayado que la colaboración «madura e independiente» entre la Iglesia y el Estado es un desafío permanente, porque el peligro de una connivencia nunca está muy lejos, especialmente si «lleva a perder la mordedura evangélica». «Esto implica educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida. El salario justo permite el acceso adecuado a los demás bienes que están destinados al uso común», ha reivindicado.
Además, el Papa ha añadido que los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio. «Hay que decir sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres», ha añadido.
De igual modo, ha dado la bienvenida a todas las iniciativas que en cuanto pastores tomen para la formación de los laicos para contribuir a una transformación de la sociedad y la Iglesia en Madagascar.