La nueva realidad de las comunicaciones está transformando el modo de conocer, de trabajar, de relacionarse, de vivir y de interactuar entre las personas y los pueblos. Se puede afirmar que la nueva cultura va a estar caracterizada por un cambio permanente que exigirá una adaptación constante. Esta nueva cultura tecnológica a la que no se puede renunciar, como toda novedad social, presenta riesgos y oportunidades. Entre los riesgos está el aislamiento de las personas, el individualismo (…) y el consiguiente desprecio del mundo real, el olvido de la caridad. Al mismo tiempo, la nueva cultura genera nuevas oportunidades. La difusión masiva del conocimiento permite el acercamiento a la verdad que está en la base de la libertad.
La sociedad civil se hace consciente de su papel protagonista, e interactúa con los Gobiernos y las instituciones para dinamizar la vida pública según sus legítimos intereses.
Las nuevas tecnologías deben estar al servicio de la Humanidad para alcanzar la meta que el Papa Francisco ha señalado en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año: «En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos».
Al mismo tiempo que reconocemos el trabajo de los comunicadores y su larga historia de servicio a la sociedad, (…) se hace necesario proponerles una nueva misión, siempre como servicio al bien común. Transformar, por medio de su trabajo, esta cultura digital en una cultura del encuentro, en la que no haya espacio para la calumnia o el odio, sino más bien para la proximidad de las personas, las relaciones amables, la sonrisa que acompaña al encuentro compartido de la verdad.
Que Jesucristo, el primer comunicador, les aliente en el trabajo y bendiga su misión.
Obispos de la Comisión episcopal de Medios de Comunicación Social
Del Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones