Gentes: Nacho Uría, director de Nuestro Tiempo (en Nuestro Tiempo)
Ahora que la nueva ley del aborto ha vuelto a escena, es el momento de recordar la tragedia de miles de jóvenes que se enfrentan a una decisión enloquecedora: abortar o no, matar o no. Las madres que no lo han hecho son un ejemplo de generosidad, de valentía, de amor; se llame el niño como se llame, sea hijo de un emperador o de un proxeneta. Porque cualquier vida humana -nacida o no, sana o enferma, joven o vieja- tiene dignidad en sí misma y debe ser respetada. Sólo así podrá ofrecer al resto del mundo su genio o, simplemente -que no es poco-, su existencia.
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