Así funciona el mercado negro laboral de inmigrantes que denuncia Cáritas Madrid
Cuando el ‘empleador’ llega a la madrileña plaza Elíptica, se inicia una ‘subasta’ para ver quién hace el trabajo por menos salario. Cáritas Madrid celebra este domingo la Campaña contra el Paro 2018
Este domingo se celebra la Campaña Contra el Paro 2018 de Cáritas Madrid para animar a la reflexión sobre el compromiso de todos en la construcción de un modelo basado en la comunión, la solidaridad y la justicia social. La organización señala que siguen siendo testigos, desde sus acogidas parroquiales, de la situación de inestabilidad laboral que viven muchas personas en estos momentos. Uno ejemplo de este fenómeno es lo que ocurre desde hace años en la Plaza Elíptica de Madrid.
Este enclave, en el distrito de Usera, es un tradicional punto de contacto entre migrantes, generalmente en situación administrativa irregular, y empleadores para trabajar ‘en negro’. El ‘contrato’ (inexistente) es para una jornada laboral, de duración incierta, cuyo salario puede oscilar entre los 20 y los 40 o 50 euros.
Así lo relatan a Europa Press Eduardo y Fidel, dos migrantes de Argentina y Perú, respectivamente, que han pasado meses utilizando este tipo de vía para ganarse la vida en España. Aunque ya están fuera de este circuito, ambos solían acudir de lunes a domingo a este punto hacia las 6 o 7 de la mañana, donde llegan a concentrarse grupos de unas 70 personas en torno a una cafetería, a la espera de la llegada de las furgonetas que les llevarán a su destino.
Entre los candidatos, hay migrantes latinoamericanos, como, peruanos, ecuatorianos, colombianos y, cada vez más, venezolanos, y también africanos e incluso portugueses y son todos hombres. Los trabajos para los que se les reclama suelen estar relacionados con la construcción, como el acondicionamiento de viviendas o la recogida de escombros.
Subasta y competencia entre trabajadores
Sobre la elección de los candidatos hay diferentes versiones. Por ejemplo, que el ‘empleador’ inicia una ‘subasta’ para ver quién hace el trabajo por menos salario o que cuando llega la furgoneta los ‘candidatos’ se agolpan ante ella y compiten unos con otros para ser escogidos.
Una vez que son seleccionados por los ‘chóferes’, son trasladados hasta el lugar de trabajo pero, generalmente, tienen que volver por sus propios medios. No reciben comida, no tienen por qué parar para descansar y, en ocasiones, llevan su propia ropa de trabajo. El salario acordado antes de subir al vehículo suele negociarse a la baja una vez entran en él.
Eduardo tiene 29 años y llegó a España en 2014. Este bombero argentino vino como turista y no tenía papeles para trabajar. El ‘boca a boca’ le llevó hasta Plaza Elíptica y allí estuvo acudiendo todos los días durante un año y siete meses a las 6 de la mañana para emplearse. A pesar de llegar temprano, según comenta, en ocasiones, no se subía en una furgoneta para realizar alguna tarea hasta las dos o tres de la tarde. Entonces comenzaba su jornada.
«Un día me escogieron para acondicionar la bodega de una casa. Estuvimos trabajando sin parar, sin comer ni tomar agua hasta las seis de la tarde. No te atrevías a decir nada por temor a que no te pagaran. Me dieron 30 euros, diez menos de lo acordado cuando me recogieron», explica.
Sin cobertura por accidentes
Entre empleador y empleado no media ningún papel ni ninguna prestación, así que si el trabajador sufre algún accidente, tampoco le ampara ningún seguro. «Trabajé con un jardinero y me caí de un árbol –relata Eduardo–. Lo que hizo fue llevarme a mi casa».
Finalmente, casado y con cuatro hijos, consiguió regularizar su situación gracias a que el último de sus vástagos nació en España. Eduardo salió de Plaza Elíptica pero, a pesar de tener papeles, sigue trabajando de forma irregular para el sector de la construcción. «Ahora voy a las obras y doy mis condiciones, pero no te contratan de forma legal. Sigo trabajando ‘en negro’», lamenta.
El periplo de Fidel, un peruano de 50 años con especialidad en Psicología, es justo al revés. Llegó en 2007 para trabajar en España con todos los papeles en regla y regresó a su país en 2010. En 2016 volvió a España con el NIE caducado y no ha podido renovarlo todavía. Fue entonces cuando le hablaron de Plaza Elíptica. «Me ha tocado buscarme la vida desde ese lugar», explica.
Alejado ya de ese circuito (ahora trabaja disfrazado de ‘Darth Vader’ en la Puerta del Sol), Fidel afirma que de sus conversaciones con otros compañeros de Plaza Elíptica, deduce que este punto de recogida existe desde antes de la crisis. Además, hay otros enclaves ya tradicionales en Madrid, en torno a Atocha, Villaverde Bajo, Plaza de Castilla y pueblos de la región.
En Cáritas Madrid conocen las visicitudes de personas como Eduardo y Fidel cuando acuden a las parroquias a buscar ayuda y, por ello, quieren denunciar las «condiciones infrahumanas» en las que realizan este tipo de trabajos.
Intervenciones
En cuanto a las posibles actuaciones en la zona para evitar este tipo de prácticas, fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid explican a Europa Press que se lleva a cabo patrullaje preventivo e identificaciones selectivas. Además, grupos de policía judicial tienen en cuenta ese enclave para recabar información para sus investigaciones. Estar en la calle o subirse voluntariamente a un vehículo no tiene por qué constituir una infracción.
Desde la Inspección de Trabajo del Ministerio de Empleo, añaden a Europa Press que pueden realizar actuaciones conjuntas cuando les avisa la policía personándose en aquellos centros de trabajo donde hay indicios de infracción laboral, o bien actúan directamente gracias a una denuncia en el buzón del fraude.
Colectivos más vulnerables
«Sabemos que el trabajo precario afecta principalmente a las personas más vulnerables, que corren riesgo de discriminación, pobreza y exclusión (personas con capacidad funcional diversa; personas con un origen étnico, religión o creencia minoritaria; personas jóvenes y mujeres)», advierten desde Cáritas Madrid.
La organización está llevando a cabo, en el marco de la campaña, diversos actos informativos y círculos de silencio desde el pasado 10 de abril y hasta el próximo día 28 para sensibilizar sobre el desempleo y el empleo precario que viven muchas familias. El programa de actos se puede consultar en http://www.caritasmadrid.org/campana-contra-el-paro.