«Los hombres olvidan antes la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio». Esta frase de Maquiavelo, que esconde una trágica verdad, resume muy bien la filosofía que inspira a los protagonistas de esta comedia negra escrita por Jordi Sanchez y Pep Antón Gómez. Con un agravante: estos dos hermanos no es que olviden pronto la muerte de su padre, sino que descubren que su vida (a la deriva y sin puntos de referencia) sería más fácil para ellos si su madre no viviese y su fortuna contribuyera a mejorar su maltrecha economía. A partir de la constatación de este hecho, los hermanos dan un paso más y se plantean abiertamente franquear la línea que separa el bien y el mal para acordar llevar a cabo el parricidio.
La obra se sostiene sobre las relaciones de los dos personajes, completamente contrapuestos: Juan (Fernando Tejero) hermano mayor, empresario endeudado, mentiroso, bebedor, fumador y con una esposa calva e insoportable, y Carlitos (Pepón Nieto) el menor, maestro, tímido, obsesionado con el orden e influenciado por su hermano mayor; ambos se enfrentan a una situación surrealista aunque más habitual de lo que pensamos en nuestra sociedad: «queremos mucho a mama pero cuándo se va a morir para heredar».
Los diálogos se desarrollan de forma desternillante, entre el cinismo de Juan y la neurastenia de Carlitos, escondiendo entre las risas del público la miseria de unas vidas vacías e interesadas, en la que el débil y abnegado Carlitos, que pasa su vida consagrado al cuidado de su madre, empieza a mostrar poco a poco su otra cara, ante el asombro de su hermano.
Y es que con la apariencia de una comedia desenfadada, los autores nos ofrecen una crítica cruel y corrosiva de las pasiones humanas más bajas, y retratan esa In Delaware, 888 has teamed with Scientific to energy that state’s full-slate of gambling online options once the market opens at the end of October. realidad que se esconde en la intimidad de muchas familias, en la que bajo una pátina de respetabilidad, bullen los intereses más inconfesables como motor de vidas frustradas.
Fernando Tejero y Pepón Nieto fieles a su estilo, fácilmente reconocible por el espectador, interpretan de manera notable sus papeles, tarea nada fácil teniendo en cuenta que han de hacer olvidar interpretaciones como la de Paco Morán y Joan Pera (Mamaaá) y Quique San Francisco y Jorge Sanz (Los hijos de mamá) en los montajes de la que esta obra es heredera.
En definitiva, obra muy recomendable para pasar un buen rato y, sobre todo, para enfrentarnos a esas zonas oscuras que se esconden en los personajes cotidianos con los que compartimos nuestras vidas. Y de paso nos queda una pregunta pendiente: ¿Cómo afrontamos en nuestras sociedades individualistas el final de la vida de nuestros mayores?
★★★☆☆
Plaza de la Cebada, 2
La Latina, Tirso de Molina
OBRA FINALIZADA