Cáritas, con las víctimas de la prostitución
Con la crisis, aumenta el número de personas abocadas a la prostitución, sobre todo mujeres, y Cáritas Burgos ha lanzado la campaña En el infierno de la prostitución no compras sexo, compras vidas. El programa pretende ayudar a las víctimas de la prostitución, y sensibilizar a la población sobre la agresión que supone esta actividad para estas mujeres, abocadas a unas condiciones de vida inhumanas
La iniciativa pretende profundizar en las razones que llevan a las mujeres a la prostitución, muy vinculadas a contextos de exclusión. Los responsables de la campaña explican que las personas que ejercen esa actividad no estaban destinadas ni condenadas a ello, sino que llegan ahí por situaciones de exclusión, o sometidas a engaño, extorsión y violencia.
«Comprar sexo -recuerdan- es comprar vidas, y supone involucrarse como agente activo, en el destino de una vida que se encuentra en un contexto de sometimiento objetivo. Significa, además, reforzar las condiciones degradantes, no de un supuesto trabajo, sino de una vida que ahonda en su situación de exclusión».
Los promotores del programa califican de «patente el daño que una mujer sufre por las condiciones inhumanas de esta actividad; así como, si bien se dan situaciones de voluntariedad, se producen en condiciones de escasa libertad».
Además de distribuir carteles de sensibilización en parroquias, centros sociales y gasolineras de la provincia, Cáritas Burgos ha organizado un ciclo de cine, del 18 de abril al 2 de mayo, en la sala de la Caja Círculo, con las películas Irina Palm y En la calle de la vergüenza; además del cortometraje Trapos viejos y el documental Habitación 212, todos ellos relacionados con el drama de la prostitución.
Cáritas Burgos ha constatado que la crisis económica está abocando a algunas antiguas prostitutas a dedicarse a la prostitución, por haber perdido su empleo. También se ha registrado un aumento del número de mujeres españolas que ejercen la prostitución. La entidad de Iglesia señala que han aumentado los «pisos de contacto y relax», y que «las condiciones del ejercicio de la prostitución cada vez son más precarias».
El equipo de atención de Cáritas Burgos contactó, durante 2011, con 220 personas dedicadas a la prostitución, y trabajó con 117 de ellas, de catorce nacionalidades. El 72 % tiene menos de 35 años.
En la provincia de Burgos, hay 21 clubes de alterne, donde se estima que hay aproximadamente 250 mujeres ejerciendo la prostitución; y alrededor de 22 pisos en la ciudad, donde se calcula que hay otras 80 mujeres en esta lamentable situación.