Soportar con paciencia los defectos del otro - Alfa y Omega

Soportar con paciencia los defectos del otro

Si «el nombre de Dios es Misericordia», como dice el Papa, sus apellidos bien pueden ser los 14 modos que desde hace siglos propone la Iglesia para vivir y practicar el amor de Dios: las obras de misericordia. Estos son testimonios reales de cómo se puede vivir el Año de la Misericordia

José Antonio Méndez
Foto: NH Group

El entorno laboral es terreno abonado para roces y discusiones, donde los defectos propios y ajenos pueden aliarse en una combinación fatal. «En casi todos los trabajos suelen darse los mismos problemas –dice Rafael Jiménez, responsable de Recursos Humanos del grupo hotelero NH–: egoísmo, prepotencia, pereza, falta de colaboración, guerrillas internas… Y lo importante es no dejar que esos defectos, esos fallos y esos pecados, que son muy humanos, ganen terreno». Por eso, Jiménez explica que «la paciencia con los compañeros, los jefes y los empleados es clave para crear un clima positivo, en el que se valore más al otro por lo que tiene de bueno que por lo que no me gusta». Y del mismo modo que pasa «en el matrimonio, en la familia o con los amigos», en ocasiones «la paciencia tiene que ir de la mano de la mansedumbre y de la humildad, para saber pedir perdón incluso cuando uno no tiene la culpa». Solo cuando la miseria humana se ve acorralada por el buen corazón, «que es reflejo del amor de Dios, el que falla logra ir venciendo sus defectos, y el que está a su lado, ir venciendo su impaciencia».