El paralelo 38, el lugar donde nace la paz - Alfa y Omega

Hace once años que vivo en Corea del Sur y una o dos veces por año (en realidad desde 1953) hay una crisis fuerte entre el Norte y el Sur, Japón, Estados Unidos, etc. Mi familia, mis amigos, me llaman o me mandan un email o un WhatsApp del tipo: «Pero hija, ¿qué pasa? ¿Estáis bien?» Y la respuesta durante estos once años siempre ha sido la misma: «Sí, no os preocupéis, no pasa nada». De nuevo, este último mes, lanzamiento de dos misiles, contestación de Corea del Sur y Estados Unidos, instalación de Escudos Antimisiles y compra de armas en el Sur.

Mientras tanto, Min Ji (a la izquierda, de 19 años, coreana), Eui Cheol (a la derecha, de 21 años, coreano), Megumi (en el centro, de 18 años, japonesa) y otros diez jóvenes de Corea de Sur, cinco de Japón, una norcoreana refugiada que vive en el Sur y un grupo de misioneras hacían una peregrinación a pie durante cuatro días por el paralelo 38, la DMZ (Zona desmilitarizada), que marca con alambradas la frontera entre el Norte y el Sur. La paz, aquí y ahora era el lema de este encuentro internacional y caminata por la paz para jóvenes de los tres países, con el deseo de que descubriéramos la paz como un fruto que nace en el corazón de cada uno. La paz es esa semilla que brota desde nosotros hacia fuera, hacia nuestras casas, lugares de trabajo, sociedades y el mundo.

Estados unidos y su divide y vencerás dificulta las posibilidades de paz y reconciliación en la zona. Su negocio de venta de armas pone al Sur entre la espada y la pared ofreciéndole armas y apoyo defensivo a cambio de salida comercial a sus productos agrícolas y tecnológicos. Es un juego de geopolítica, dinero y poder en el que lo que menos se piensa es en el hambre que pasan millones de niños y jóvenes norcoreanos.

En su última intervención en Naciones Unidas, el representante de Corea del Norte afirmaba que no quieren una posible unificación forzosa que significara la absorción a Corea del Sur y la desaparición de su sistema de Gobierno. El nuevo presidente de Corea de Sur, Moon Jae In, un abogado de derechos humanos y arduo defensor de la paz ha reafirmado en varias ocasiones: «No tenemos una postura hostil hacia Corea del Norte, no buscamos la unificación como algo artificial y que signifique la absorción». La paz se construirá dando pasos de acercamiento y diálogo, parando la venta de armas, poniendo en el centro los intereses del pueblo y desde la humildad y la no-violencia.

Padre nuestro por la reconciliación de Corea del Norte y del Sur

Padre nuestro, Padre también de nuestros hermanos del norte,
Santificado sea tu nombre, también por los hermanos del norte,
Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad en Corea del norte y del sur,
Así como se hace en el Cielo.
Tú que nos das nuestro pan de cada día,
Dales ese mismo pan cotidiano a nuestros hermanos del norte,
Ayúdanos a perdonarnos mutuamente y viendo nuestro perdón
Perdónanos tú nuestras ofensas.
No nos dejes caer en la tentación de ser indiferentes antes nuestros hermanos
Y líbranos del mal de pensar que ellos son nuestros enemigos,
Amen.