«Somos una familia muy probada, pero el Señor ha sido fiel»
«No tengáis miedo», «paz a vosotros», son las frases que más se repiten en los relatos de la Resurrección. La confianza y la paz acompañan a los que han experimentado a Jesucristo vivo y resucitado, a los que se fían de la Providencia
El año pasado cumplieron 25 años de matrimonio, pero cuatro días antes de la fecha del aniversario, Julio se quedó en paro –una vez más, porque en los últimos años ha trabajado de manera intermitente–. «Aun así decidimos seguir con la celebración, con nuestros amigos, y empezar con una Misa, porque la mejor fiesta es la Eucaristía», dice su mujer.
Procedentes de Perú, Julio y Letty han vivido en España la mayor parte de su vida en común, y aquí han nacido sus dos hijos, Sara y Andrés. En todo este tiempo, «nuestra vida ha transcurrido entre la confianza y la Providencia», asegura Letty.
Julio consiguió un trabajo estable, de informático, «no con un sueldazo pero sí de un modo que nos permitía vivir. Yo me podía permitir trabajar solo unas horas y así poder estar con mis hijos, lo que ha sido una bendición para nuestra familia», dice Letty.
Pero en julio del año 2010, se quedó en paro, y a los pocos meses su hija Sara tuvo una enfermedad: la mala realización de una punción lumbar le hizo quedarse en silla de ruedas. Fue una temporada muy dura, «pero Dios siempre nos sostuvo. Vivíamos de nuestros ahorros, y siempre confiando en el Señor, que nos libró de la amargura».
En julio de 2011, durante un momento de oración en la Asamblea Nacional de la Renovación Carismática, Sara sanó de su enfermedad y se levantó de su silla de ruedas. «Nunca pensamos que Sara iba a poder curarse de esa manera, fue un regalo que no nos merecemos», recuerda su madre, quien ve como providencial esa curación de su hija.
En lo económico, Julio fue enlazando trabajos. «Hemos ido tirando. Hemos vivido así mucho tiempo, hemos tenido pruebas, pero en ellas siempre ha estado el Señor». Hoy, él está trabajando desde el 1 de marzo, con 59 años, después de casi un año en el paro y cuando ya parecía imposible volver al mercado laboral.
Esta familia tiene siempre presente el Evangelio: «Buscad primero el reino de Dios, y el resto se os dará por añadidura». Por eso responden a la bondad de Dios «trabajando para Él, en la Renovación Carismática, evangelizando como podemos, como servidores, con mucha alegría y mucha esperanza. San Pablo dice que los cristianos vivimos “como pobres, pero poseyéndolo todo”; igual nosotros. Somos una familia muy probada y muy bendecida, el Señor es fiel y no nos ha dejado, en todo momento nos ha sostenido», dice Letty.
Además, todas esas pruebas han fortalecido su matrimonio, «porque cuando uno de los dos está más flojo, el otro le ayuda y le anima, y eso también es Providencia».
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