Vida y más vida: el legado de Pepe Domingo Castaño - Alfa y Omega

Piensa un momento en Pepe Domingo Castaño. ¿Ya? Has sonreído, ¿verdad? Ocurre con las personas nobles, sinceras, vitales y libres, y Pepe era todo eso y mucho más: generoso, alegre, divertido, leal, único. Y de Padrón. «Pepe Domingo era, por encima de todas las cosas, un proveedor de felicidad radiofónica». La frase es del periodista Antonio San José y resume a la perfección su filosofía de vida dentro y fuera de los estudios de radio, de los platós de televisión o de los escenarios en los que tan pronto te cantaba como te recitaba.

«Si hay algo que no le pega a Pepe es la muerte. A él le pega la vida». Esta es de Carlos Herrera. Pepe Domingo vivió para los demás, entregado al amor de su vida, Tere, y a Óscar y Hugo, sus hijos; entregado a su familia de la radio y a sus amigos, muchos, compañeros de días y de noches; entregado al público cuando fue una estrella de la televisión, de la canción o de la radio. Siempre fue una estrella, pero nunca perdió la humildad. Y lo fue pese a su timidez, como les pasa a tantos grandes de la comunicación que, sin embargo, se abren de par en par cuando se encienden los focos. Él disfrutaba de lo que hacía y, si no disfrutaba, no lo hacía. Disfrutando hacía gozar a los demás, siempre desde un enorme respeto a la audiencia, al público. No admitía la mediocridad. Cada intervención debía quedar redonda, el villancico de Tiempo de Juego tenía que resultar impecable y las menciones publicitarias debían ser creativas, jamás rutinarias.

«¡Pepe, un purito!». El domingo la frase sonó en el minuto de silencio que se guardó en su memoria en el estadio del Getafe, como en los demás de primera división. Justo antes se había oído un: «¡Hola, hola!». Pepe comunicaba de forma natural, pero no paraba hasta dar con la fórmula perfecta para comunicar aún mejor. Y tú acababas comprándote una motosierra o unas placas de yeso laminado.

Paco González ha perdido un hermano; Manolo Lama, un maestro; Jorge Armenteros, un padre; Jorge Hevia, un referente; Juanma Castaño, a su tío adoptivo. El equipo de Deportes de COPE se queda sin su pegamento. Pepe decía que a él lo que le hubiera gustado de verdad es ser cantante y animador en una orquesta. No se daba cuenta de que fue eso y aún más: el líder, el mejor en todo lo que hizo, siempre rodeándose de los compañeros de aventura perfectos.