Víctor González, paralímpico en Pekín: «Pensé en la eutanasia, pero me alegro de no haberlo hecho»
El deportista español participa en los Juegos Paralímpicos de Invierno que comienzan este viernes en la capital china
«Es una pena que necesitemos una experiencia tan fuerte como la que he pasado yo para desarrollar todo nuestro potencial», afirma Víctor González, el deportista español que participa en la categoría de snowboard en los Juegos Paralímpicos de Invierno que comienzan este viernes en Pekín.
«Mi vida antes del accidente era el deporte –afirma en conversación con Alfa y Omega–. En verano llevaba una escuela de surf en Salinas y en invierno dirigía otra de snowboard en la estación de esquí de Baqueira-Beret. Además, tenía otras aficiones, como la escalada, la bici de montaña o el submarinismo».
Esta vida tan activa se torció un día que practicaba snowboard de alta montaña en condiciones de poca visibilidad. «Choqué de cabeza contra un muro de hielo y me partí las vértebras C5 y C6, lo que me produjo una lesión medular del 30 %», afirma.
Fue evacuado de urgencia en helicóptero al hospital de Vall d’Hebron, donde recuerda que el momento de recibir el diagnóstico «fue muy duro», porque «me sentí completamente perdido».
Tras ese mazazo, Víctor reconoce que «llegué a pensar incluso en la eutanasia porque no quería ser un estorbo para mi familia», pero después de varios días «de mucha introspección», comenzó a pensar «en toda la gente que me quería y deseché la idea».
Enseguida comenzó un período de recuperación en el que «trabajé sobre todo el aspecto mental porque no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Comencé visualizando que podía ir moviendo poco a poco un dedo, y así cada día avanzaba un poco más. Querer estar bien mentalmente me ayudó a salir».
En un momento en el que «todos a mi alrededor pensaban que no iba a poder volver a caminar», Víctor empezó a soñar con practicar deporte adaptado: «Le dije a mi madre que llegaría a los Juegos Paralímpicos y esa promesa se está cumpliendo hoy. Para mí estar aquí en Pekín supone un sueño».
Por su experiencia, a quien esté pasando por una experiencia similar y no vea más salida que la eutanasia recomienda que «hay que pensárselo muy bien, porque cada lesión y cada enfermo es un mundo». Y reconoce: «Yo hoy mirando hacia atrás me alegro mucho de no haber tomado esa decisión».
Además de su faceta deportiva, Víctor González también da charlas testimoniales a jóvenes, aunque afirma que «yo no he hecho nada extraordinario ni tengo nada especial que no tenga otra persona».
Porque para él, «todos somos extraordinarios» y «es una pena que necesitemos una experiencia tan fuerte como la que he pasado yo para desarrollar todo nuestro potencial».